(V) Historia crítica de la Arquitectura moderna. Kenneth Frampton. Reseña (7)

… viene de IV

Al final del siglo XIX la arquitectura rusa se encuentra dividida entre el gusto clásico del statu quo estético de San Petersburgo y el lento desarrollo del movimiento del Nuevo Romanticismo. Movimiento que comienza en 1838 con Konstantin Thon y su palacio neo bizantino del Kremlin:

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Palacio del Kremlin. Konstantin Thon. Moscú 1838

Ese movimiento favorece a final del siglo la aparición de los arquitectos Neo Rusos como Shekhtel y su modernismo.

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Ryabushinsky Mansion. F.O. Shekhtel. Moscú 1900

El movimiento oscila entre el eclecticismo de Shchusev en la estación Kazán:

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Estación de Kazán. Shchusev. 1913

a la brillantez de la Galería Tretyakov de Víktor Vasnetsov, que Frampton considera comparable con la Casa Ernst Ludwig de Olbrich:

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Galerías Tretyakov. Viktor Vasnetsov. Moscú 1905

Entre tanto, la ingeniería rusa va incorporando las tecnologías del acero y el cristal, como hace el ingeniero Valentín Zhukov con el techo de las Galerías Pomerantsev y la torre de radio ligera de 1926.

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Torre de Radio. Zhukov. Moscú 1926

Al principio de la Gran Guerra en 1914 había dos corrientes estéticas en Rusia: los que postulaban una síntesis no utilitaria transformadora de la vida cotidiana en la utopía milenarista de la poesía de Kruchenykh and Malevich y los que proponían Alexander Bogdanov y su utopía tecnológica que, por cierto, fue el que propuso las transfusiones de sangre para prolongar la vida que tan en boga está ahora entre los nuevos y jóvenes millonarios, lo que le costó la suya por aceptar para sí la sangre de un joven con malaria. Los soviéticos, tras la revolución de octubre de 2017, tratan de encontrar una estética híbrida con estas dos culturas. En 1920 se crean dos instituciones para ordenar los estudios de arquitectura: El Instituto de Cultura Artística y la Escuela de Gran Arte y Estudios Técnicos (Vkhutemas). En el nuevo estado se promocionan los debates artísticos con artistas de la altura de Malevich y Kandinsky. El primero funda la escuela Suprematista.

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Pintura suprematista. Malevich. 1915
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Silla de Tatlin

Entre tanto, se desarrolla un arte gráfico que hace posible la comunicación de la ideología revolucionaria. Es una época altamente propagandista. Frampton sugiere que hay una influencia de los movimientos de la Vkhutemas en la Bauhaus. Y menciona, en especial, el caso de Breuer y su silla Wassily, así como la de tantos arquitectos occidentales que diseñaron sillas en esos años. En efecto, el arquitecto ruso Vladimir Tatlin había desarrollado diseño de sillas con nuevos materiales que tienen el aire de los desarrollos posteriores de Le Corbusier o Mies.

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Maqueta Torre monumental para la III Internacional. Tatlin 1920

El más destacado de los arquitectos de la época es, precisamente, Tatlin que diseña el monumento a la Tercera Internacional como una columna de enrejado de acero en forma de hélice de 400 metros de altura. Esta torre anticipó las dos tendencias de las vanguardias rusas de la arquitectura. Una de ellas surge en el propio Vkhutemas con un profesor (Ladovsky) formalista que postula una nueva sintaxis plástica, basada en las leyes de la percepción humana. La otras es la visión materialista que, en 1925, lidera el arquitecto Moisei Ginzburg.

Una losa gravitaba sobre la capacidad de los artistas rusos en general, de la que no escapaba la arquitectura. Era la necesidad del nuevo régimen de tener una expresión estética acorde con los nuevos valores del país. A tal fin Ladovsky intenta propagar sus puntos de vista creando la Fundación de los nuevos Arquitectos (ASNOVA) con profesionales que ya colaboraban en Vkhutemas. Sus mejores logros se producen cuando se les unen los arquitectos Lissitzky  y Melnikov. Éste último sintetiza las posibilidades de la arquitectura soviética con el pabellón para la Exposición de las Artes Decorativas de París en 1925.

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Un edificio basado en la abstracción, sencillo y sin ornamento para representar a la URSS, que quería presentarse tanto como vanguardia políticas como estética. Grandes ventanales atravesados diagonalmente por una escalera exterior. La cubierta son estructuras entrecruzadas proporcionando movimiento a una estructura estática. Obviamente el edificio era provisional y fue desmontado al término del evento. La capacidad de la arquitectura para expresar la nueva era se extendió a los proyectos de viviendas y la concepción de rascacielos, que siguiendo el ejemplo americano, tuvieran «formas socialistas». Lo que intentó Lissitzky con su Wolkenbügel:

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Recreación. Wolkenbügel. Lissitzky. Moscú 1924

Un proyecto de estética actual que contrasta con los signos mecánicos de los primeros años del siglo XX. Pero la muerte de Lenin en ese mismo año de 1924 trajo con los nuevos dirigentes nuevas interpretaciones de las formas plásticas «realmente socialistas». Para empezar se cuestionó que el monumento funerario de Lenin se concibiera desde los presupuestos constructivistas, que podían representar a la nación en una Feria, pero no en la dramática expresión del dolor por la desaparición del líder. Tampoco se consideraba adecuado un neo-clasicismo por sus connotaciones idealistas. Se usó el constructivismo en sus aspectos más prácticos para un mausoleo provisional de madera, mientras se preparaba el definitivo en piedra siguiendo las formas de una tumba tradicional de la Asia tártara. Pasada la fase mítica con la muerte de Lenin, los problemas prácticos afloraron. En especial, la necesidad de renovar y acrecentar el parque de viviendas. Las nuevas generaciones de arquitectos consideraron su deber prescindir de las preocupaciones formalistas y abordar patrioticamente los problemas de la nación. Así, frente a ASNOVA se creó la OSA (Asociación de Arquitectos Contemporáneos) con el liderazgo de Ginzburg.

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Primera conferencia de la OSA. 1929

La asociación aceptaba la membresía de ingenieros o sociólogos como colaboradores necesarios para acertar en la respuesta a las necesidades. Se buscaba que el arquitecto dejara de ser un formalista y fuera primero un sociólogo, después político y, finalmente, arquitecto. Las ideas de OSA se difundieron a través de la revista Sovremennaya Arkhitektura (Arquitectura Contemporánea) en 1926. En su cuarto número proponían una encuesta internacional sobre la pertinencia de la construcción de bloques con tejado plano. Encuesta que dirigían a Behrens, Le Corbusier y Taut. Empezaron, también, los estudios para elaborar programas para la nueva vivienda socialista. En 1927 lanzaron una nueva encuesta internacional sobre la forma más adecuada para los bloques de viviendas. Recibieron respuestas y las incluyeron en sus reflexiones para diseñar competitivamente viviendas colectivas atendiendo también las ideas de los falansterios de Fourier. El resultado inspiró a Le Corbusier en su Ville Radieuse.

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Maqueta de duplex de viviendas socialistas. Ivanov y Levinsky. 1927

El fracaso de OSA para proporcionar un modelo de ciudad, se vio acentuado por la llegada al poder de Stalin y la consiguiente extensión de una paranoia política que se extendió por todo el país y volvió muy peligrosa la vida de todos. El resultado fue la práctica desaparición de la arquitectura de vanguardia en la URSS, matando todo tipo de creatividad. Finalmente, fue la vuelta al historicismo del que ahora, casi un siglo después, está saliendo Rusia con un vuelco dramático hacia la arquitectura que se ha encontrado al despertar de la pesadilla.

Sigue en VI…

 

 

(IV) Historia crítica de la Arquitectura moderna. Kenneth Frampton. Reseña (7)

… viene de III

Competir en el Parnaso de la arquitectura con Le Corbusier es muy complicado, pero si algún arquitecto ha estado cerca es Ludwig Mies (van der Rohe, el nombre de su madre, fue añadido más tarde) . Si Le Corbusier es, para muchos, el Rey, Mies es el príncipe de la arquitectura. Obviamente, la arquitectura de vanguardia ya no es la que ellos proponían, pero nadie discute, que hunde sus raíces en la formidable revolución que protagonizaron. Una revolución en la que llevaron tan al límite la propuesta anti ornamento, que cualquier desviación es una vuelta a un cierto manierismo.

Mies puso en aprietos a su maestro Peter Behrens preguntándole por la misión de la arquitectura. Él mismo pensaba que, desde luego, no era crear formas. Behrens no tuvo respuesta. Mies asociaba la arquitectura a la verdad, especialmente la definición de Tomás de Aquino, en la que ésta se presenta con la adecuación de lo que se expresa a la cosa o al acontecimiento al que nos referimos. A Mies le parecía que Berlage era un arquitecto que actuaba instalado en la verdad, que usaba los materiales conforme a la época en que fueron empleados.

Mies nace en 1886 en Aachen. No fue formado, como Le Corbusier, en el Ethos del modernismo. Trabajó con catorce años en la marmolería de su padre. Dos años en una escuela de artes y oficios y un período como diseñador de estucos para un constructor local. En 1905 se fue a Berlín donde trabajó para un arquitecto especializado en la construcción con madera. Añadió a su formación un período con el diseñador de muebles Bruno Paul y, durante un período breve trabajó por su cuenta en 1907 construyendo su primera obra con 21 años: la casa Riehl que está influida por el enfoque del arquitecto Hermann Muthesius, un participante de la corriente de la Werkbund.

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Casa Riehl. 1907. Mies van der Rohe.
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Distribución de la Casa Riehl. 1907. Mies van der Rohe

Encuentra cierta estabilidad en el estudio de Peter Behrens en el momento en que está surgiendo el diseño de la factoría eléctrica de la AEG. En estos años, Mies toma contacto con la tradición de la escuela de Schinkel, que, más allá de su adscripción al neoclasicismo, estaba comprometida con la Baukunst, no tanto por la elegancia asociada, como por que dotaba a la arquitectura de un soporte filosófico. Para Mies:

«El intento de renovar la arquitectura a través de las formas ha fracasado. Con ello se ha perdido un trabajo secular que solo ha llevado al vacío. Aquel levantamiento heroico de hombres de gran vocación en el cambio de siglo duro el espacio de tiempo propio de la moda. Evidentemente inventar formas no es la tarea de la Arquitectura. La Arquitectura es algo más y diferente. Aquella magnífica palabra Baukunst ya indica que el contenido esencial de la arquitectura es la construcción y que el arte significa su perfección».

En 1911 después de tres años con Behrens abre su propia oficina con 25 años. La casa Perls es la primera de un serie de cinco viviendas de estilo neo schenkeriano antes del comienzo de la primera Guerra Mundial. Un conflicto en el que participa Mies, saliendo afectado por la terrible experiencia y la derrota de Alemania. Lo que le lleva a plantearse la necesidad de una ruptura con el formalismo neoclásico en el que ve el reflejo del autoritarismo prusiano. Se acerca al movimiento radical Novembergruppe, que toma su nombre del mes en el que, tras la guerra, se produce la revolución que lleva a derrocar la monarquía y a establecer la República de Weimar. Este cambio en el ambiente artístico y arquitectónico le permite tomar contacto con las ideas de Bruno Taut y su apologeta Paul Scheerbart, recientemente (1915) muerto de inanición por sus convicciones pacifistas. Tal parece que Mies experimenta una caída de caballo y salta sin transición a desplegar su poder en otra dimensión. Una buena prueba es su rascacielos de cristal en 1920 y para la esquina de la Friedrichstrasse en Berlín 1921, cuya influencia es atribuida, según Frampton a La Arquitectura de Cristal de Scheerbart.

A la izquierda el boceto de 1920 y a la derecha el de 1921 en la Friedrichstrasse.

Mies 7Los dos se publicaron en la revista Frühlicht (luz emergente) que editaba Taut, mostrando que Mies había abandonado su inicial adscripción a la influencia remanente de schinkel en la arquitectura alemana y se alineaba con el expresionismo. En 1923,  propone para la revista G. en la que muestra algunos de sus proyectos. Tiene especial interés el del edificio de oficinas de siete plantas que publica en el primer número de la revista. En ella declara que «La arquitectura es la voluntad de la época expresada en términos espaciales». Una declaración que lo aleja del formalismo. Para él un edificio de oficinas es «la casa del trabajo… (de la) organización, de la claridad, de la economía… (y) los materiales son hormigón, acero y vidrio. Y a ese programa responde el edificio 7-stories.

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Siete pisos. Edificio de Mies para la revista G. 1023

Mies, según Frampton, lleva consigo tres influencias a las que no renuncia:

  • La de Berlage con la tradición del ladrillo y su propuesta de que «Nada debe ser construído si no está claramente estructurado«.
  • El período anterior a 1923 de Lloyd Wright pasado por la interpretación del modernismo holandés de De Stijl.
  • El suprematismo de Malevich pasado por la interpretación de Lissitzky.

La influencia de Wright se manifesta en la casa de ladrillo rojo de 1923 en la que la influencia de De Stijl es notable al mostrar una horizontalidad tan acusada que es casi bidimensionalidad.

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Casa de campo de ladrillo. Mies van der Rohe. 1923

El ladrillo lo usa profusamente en el monumento a Rosa de Luxemburgo de 1926 (la revolucionaria ejecutada en 1919 por grupos paramilitares)

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Monumento a Rosa de Luxemburgo. Mies van der Rohe. 1926

Armado con esta interesante herencia, no es de extrañar la explosión de frescura y novedad del pabellón de Alemania en la Exposición Universal celebrada en Barcelona en 1929. Todavía hoy, a pesar de que el actual edificio es una reconstrucción, se puede comprobar la provocación que una arquitectura, que pocos años después sería considerada como arte corrupto por el nazismo, tan transformadora suponía en contraste con el resto de pabellones en la rambla de Montjuic y, en especial con el edificio ocupado actualmente por el Museo Nacional de Arte que corona la colina y fue construído en el mismo año.

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Museo Nacional de Arte en Montjuic (i) y pabellón de Alemania (d.). Barcelona. 1929

Por el carácter fundador del estilo más reconocible de Mies ponemos otra imagen de este bellísimo ejemplar de la arquitectura minimalista. Fue desmontado al terminar la exposición. Pero un movimiento entre arquitectos catalanes que comenzó con las gestiones de Oriol Bohigas, cuando aún vivía Mies, consiguió el milagro de reconstruirlo con su aspecto original. El propio Mies en carta a Bohigas, le confirmaba su interés por participar. Finalmente se inauguró la reconstrucción en 1986, gracias a la Fundación Mies van der Rohe de Barcelona.

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Carta de Mies a Bohigas. Cortesía de la colección Arquilectura COAATMU
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Pabellón de la Expo de Barcelona reconstruido.

Estas influencias conviven en Mies con el enfoque expresionista del movimiento Novembergruppe, como muestra la Feria de la Seda en Berlín durante el año 1927, en la que participa con Lilly Reich. Los colores y texturas aparecen más tarde en las tapicerías de los muebles de la casa Tugendhat. Expresionismo que todavía juega un papel en su planteamiento de la Feria Alemana de la vivienda de color blanco en Stuttgart en 1927, la célebre Weissenhofsiedlung en la que participaron los arquitectos: Peter Behrens, Victor Bourgeois, Le Corbusier & Pierre Jeanneret, Richard Döcker, Josef Frank, Walter Gropius, Ludwig Hilberseimer, J.J.P Oud, Hans Poelzig, Adolf Rading, Hans Scharoun, A. G. Schneck, Mart Stam, Bruno Taut, Max Taut y Ferdinand Kramer. Todos ellos proyectan y construyen con el criterio común de que sean volúmenes prismáticos blancos con terrazas planas. El mismo contribuye con un bloque de viviendas que tiene todos los rasgos de la modernidad arquitectónica esquemática y funcional.

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El propio Mies muestra su satisfacción de poder hacer arquitectura que basada en un esqueleto estructural tiene toda la libertad de distribución con la excepción de cocinas y baños, por lo que puede satisfacer todas las necesidades funcionales.

Al tiempo Mies está trabajando en los proyectos de tres obras maestras: el Pabellón de Alemania en la feria de Barcelona de 1929, la casa Tugendhat en Brno (Checoslovaquia) en 1930 y la casa modelo para la feria de la construcción de Berlín de 1931. Del pabellón ya hemos hablado más arriba. La casa Tugendhat es la aplicación de la concepción espacial del pabellón de Barcelona a un uso doméstico. En ella hay influencia de Wright en la separación del espacio de servicio respecto del familiar e influencia de Schinkel en la logia de la clásica villa italiana modulada por columnas cruciformes de cromo y abierta a las vistas de la ciudad a modo de un belvedere. El Onyx es utilizado para las divisiones de la planta baja en la que los espacios fluyen especialmente libres. Por el contrario la planta superior se constituye por espacios cerrados herméticamente. Es curioso que la mesa del comedor la empotró en el suelo para que no pudiera ser removida.  En cuanto a la casa modelo de las exposición de 1931 le sirvió para explorar la aplicación de la planta libre a las zonas de dormitorio.

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Casa Tugendhat. Mies van der Rohe. Brno 1930

Políticamente Mies se muestra con apariencia neutral en tiempos muy complicados, aceptando una especie de fatalismo epocal en el que el individuo debe, según él, tratar de dar una respuesta adecuada en un marco prefijado. Por eso no tiene inconveniente en aceptar la dirección de la Bauhaus en 1930 cuando Alemania esté en una terrible crisis institucional que desemboca en la subida al poder del partido nacionalsocialista en 1933 acabando con la democracia en Alemania. Mies sustituye a Meyer y la Bauhaus se traslada a Berlín para finalmente cerrar por la presión política de los nazis.

En 1933, Mies es reconocido por las capas más conservadoras de Alemania como un arquitecto que puede traer una nueva monumentalidad superando el pasado neoclásico. Presenta su propuesta para el Reichsbank (nada menos que el banco del imperio) y muestra un cambio en su estrategia formal: frente a la asimetría informal una nueva simetría monumental que tiene su continuidad en la época norteamericana con el beneplácito de las élites corporativas. Un cambio que también tiene efecto sobre el modo de tratar el espacio en su obras anteriores. Con este edificio, Mies expresa de nuevo su latente pertenencia a la escuela de Schinkel y es coherente con su opinión de que la arquitectura debe reflejar la época en la que se ejerce y, desde luego, los años treinta en Alemania son años de simetría y uniformidad. El concurso fue ganado por Heinrich Wolff con un edificio de piedra sobre estructura de hormigón con estilo clásico esquemático. Pero lo que Mies consigue es la monumentalización de la técnica que se expresa como forma desde su propia naturaleza.

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Reichsbank. Mies van der Rohe. Perspectiva y planta. Berlín 1933

Mies considera que la técnica hunde sus raíces en el pasado, condiciona el presente y nos lanza hacia el futuro con su propia dinámica. Cree que la tecnología es más que un método y que en las obras de ingeniería se muestra como realmente es, mientras que el campo de la arquitectura es el del significado. Su desembarco en los Estados Unidos se expresa en el proyecto ejecutado para el Institute of Technology en Chicago en 1939. Ya en ese proyecto se plantea el problema que debe resolver para su famosa torre Seagram, que tiene que ver con la relación entre las ventanas, la estructuras y los parteluces para conseguir la unidad y claridad de los prismas acristalados.

El tipo lo prueba en el ámbito doméstico en la casa de la doctora Farnsworth en Plano (Illinois). Se trata de una caja de vidrio entre el forjado y el pedestal a 1,5 m sobre el suelo. Un edificio en el que la asimetría entre el pedestal y la casa proviene del suprematismo y es equilibrada por la simetría de la tradición de Schinkel. Todas la superficies opacas se recubren de travertino. El edificio trasciende su condición y se convierte en un monumento. El acero se pule y se pinta de blanco y las cortinas de seda terminan de encarecer la casa hasta el punto que la dueña presentó un demanda contra Mies en los tribunales, demanda que perdió. Wright se implica en el proceso público contra Mies criticando el estilo internacional y su destrucción de los valores americanos de privacidad y propiedad. Dificultades al margen, nadie puede discutir que la tensión entre belleza y función se disuelve como azucarillo ante este prodigio de la arquitectura mundial de todos los tiempos.

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Casa Farnsworth. Plano (Illinois). Mies van der Rohe. 1946

En el espacio público, Mies materializa sus ideas con especial énfasis en el Crown Hall del Instituto de Tecnología de Illinois. Este edificio es la Escuela de Arquitectura de la que Mies fue el primer director del departamento de Arquitectura con unos objetivos docentes bien definidos sobre los materiales de la época (Hormigón, Acero y Vidrio) y su convicción de fidelidad al espíritu epocal de su arquitectura.Mies 21

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Crown Hall. Mies van der Rohe. IIT (Illinois). 1956

En este edificio, Mies vuelve a la simetría radical de Schinkel y, en especial, a la de su Altes Museum en Berlín que siempre admiró.

Altes Museum (Berlin)
Altes Museum. Schinkel. Berlín 1830

Una fórmula que emplea en estos años también en el edificio Bacardí en México (1963) o en Escuela de Administración de Servicios Sociales en la Universidad de Chicago (1965).

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Edificio Bacardí. Mies van der Rohe. México 1965

No siempre era fácil que programas tan diferentes se adaptaran a un esquema general tan sencillo. En el caso de la Escuela de Administración con más facilidad y, precisamente, en la Escuela de Arquitectura era el programa el que sufría. Es el conflicto, según Colin Rowe, entre espacios centrífugos, propiamente palladianos y espacios centrípetos sin un claro organizador central. En el Crown Hall ambas concepciones convergen y se disputan la primacía espacial. Pero Mies no pierde de vista la monumentalidad que añora, aunque no siempre lo consigue. En la Escuela de Arquitectura se sacrificó el departamento de diseño industrial, que fue relegado al sótano. En todo caso, el ritmo uniforme de sus módulos favorecía la industrialización de la construcción y, por tanto, el coste del edificio. Además los planteamientos de Mies proporcionaban a los clientes una imagen potente y brillante, lo que le proporcionó encargos desde las esferas más poderosas del mundo económico. El encargo definitivo fue la Torre Seagram en Nueva York. Un prisma de superficies de vidrio marrón y montantes de bronce con el que consiguió, gracias también a la concesión que le hizo el cliente de no agotar el espacio y crear una plaza delante que permite disfrutar de la elegantísima torre.

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Torre Seagram. Mies van der Rohe. Nueva York 1958

Con todo este bagaje, Mies dirige la Escuela de Arquitectura para hacer escuela, en el sentido más general del término. Un concepto en el que se armoniza el logro estético con las facilidades para la industria de la construcción (Baukunst). Aunque no consiguió que los predicados de la Schinkel Schule que tanto le ayudaron a él sean aceptados de forma generalizada. Sea como sea estamos hablando del príncipe de la arquitectura.

Sigue en V…

La arquitectura en sus textos

Este es un artículo escrito en 2010 para el primer número de la revista P+C, promovida por el arquitecto José Laborda en la Escuela de Arquitectura y Edificación de la Universidad Politécnica de Cartagena. He preferido proporcionar el enlace en vez de transcribirlo, por la elegancia de la edición a cargo del arquitecto José Francisco García Sánchez.

La arquitectura en sus textos. Antonio Garrido Hernández. Revista P+C, páginas 57-68. Cartagena 2010.

Sharp en Catalunya

«Necesaria y deliberadamente este libro se ha centrado sobre el problema genérico de cómo destruir una dictadura y prevenir la aparición de otra«

«Of necessity, and of deliberate choice, the focus of this essay is on the generic problem of how to destroy a dictatorship and to prevent the rise of a new one»

Esto dice el filósofo de la no violencia Gene Sharp en su libro «From Dictatorship to Democracy» un verdadero manual de cómo librarse de un régimen de tiranía sin violencia, sin armas. Gene Sharp es un filósofo nacido en Ohio en 1928 que creó la fundación Albert Einstein para los estudios avanzados sobre la acción no violenta. Es profesor de ciencias políticas en la universidad de Massachusetts. Se le llama el Maquiavelo de la no violencia. El libro de Sharp resume de forma práctica las acciones que, tras estudiar numerosos procesos de liberación, recomienda para que un pueblo se libre de un dictador.

§ He abordado su libro en este momento, porque, aunque sabemos que las palabras y los argumentos admiten deformaciones muy dañinas, la historia nos ha brindado un caso realmente a escala en sus dimensiones. Se trata de la pretensión de una élite, al frente de un 48 % por ciento de la población adulta de Cataluña, de lograr la independencia de esta comunidad autónoma de España utilizando métodos muy parecidos a los que propugna Sharp en su libro. Tanto las declaraciones de los líderes, como el comportamiento de las masas, responden a las indicaciones que Sharp sugiere. La perplejidad de los testigos del acontecimiento proviene de tres hechos incontrovertibles:

  1. España no es un dictadura
  2. Los líderes de la revuelta son los dirigentes en el gobierno autónomo
  3. Cuentan con mayoría absoluta en el Parlamento autónomo 

Esta perplejidad se vuelve molestia cuando la conciencia de los españoles, que se libraron de la dictadura franquista y fascista tan sólo cuarenta años atrás, experimenta una acusación delirante de ser una comunidad opresora. A nadie se le escapa que la democracia española tiene defectos y que algunas heridas de la Guerra Civil no están cerradas por la pretensión de los partidos de derechas de cerrar en falso casos de represión criminal que dejaron cadáveres en fosas que aún no han sido vaciadas. Pero estas tensiones son absorbidas por la capacidad de una democracia ya madura que tiene recursos para hacerlo. Una democracia que, también, tiene formas de abordar con paciencia y legalidad las históricas reclamaciones de los insaciables partidos nacionalistas de algunas partes de su territorio. Pero, si la política debe ser paciente, determinados errores de los gobiernos centrales, especialmente el actual (ver «La leche derramada«) y el eterno milenarismo de los partidos nacionalistas ha acelerado la historia para provocar un peligrosísimo estado de cosas. El interés en este artículo reside en ver hasta qué punto las técnicas del proceso separatista están inspiradas en los estudios de Gene Sharp. Naturalmente partimos de la intuición de que está siendo así por la naturaleza de las acciones llevadas a cabo hasta este momento. Tal parece que el método consiste en complementar una acción política rebelde con una presencia de masas en las calles ofreciendo las manos abiertas como una «marcha verde» ante la que ninguna fuerza, incluso legítima, se atrevería a desplegar su poder. 

Por tanto, una vez decidido el objetivo de la independencia, es necesario:

  1. Que España aparezca ante la comunidad internacional como un régimen autoritario que no cumple su propia ley
  2. Que la revuelta sean protagonizadas por masas indignadas y pacíficas aunque sean minoritarias
  3. Que las élites dirigentes puedan declarar que sólo están atendiendo el clamor popular, eludiendo sus responsabilidades como representantes del estado al que se desafía §

Naturalmente, el carácter pacífico de la operación es lo mejor de la misma. Sólo pacíficamente se puede conseguir cambios trascendentales y la vida de la gente. Este es el mayor acierto de los promotores del proceso.

Para estos objetivos estratégicos el manual de Sharp está hecho a medida, siempre que mentalmente se sustituya «dictador» o «dictadura» por «Gobierno central» o «España», pero nuestro autor avisa del precio a pagar aunque se opte por la no violencia:

«Nowhere in this analysis do I assume that defying dictators will be an easy or cost-free endeavor. All forms of struggle have complications and costs. Fighting dictators will, of course, bring casualties«

«En ninguna parte de este análisis, asumo que desafiar a un dictador sea una tarea fácil y carente de costes. Todas las formas de lucha tiene complicaciones y un precio a pagar. Luchar contra un dictador producirá víctimas»

Pero desde el punto de vista de la eficacia de la rebelión, la violencia no funciona:

«By placing confidence in violent means, one has chosen the very type of struggle with which the oppressors nearly always have superiority. The dictators are equipped to apply violence overwhelmingly»  

«Confiando en medios violentos, se escoge un tipo de lucha en la que el opresor tiene superioridad. El dictador está equipado para aplicar una violencia abrumadora.»

En este caso, se ha podido comprobar cómo la policía no era el método para abordar el problema, pues no está preparada para tratarlo con delicadeza y se vio claro el 1 de octubre con las escenas que nos avergonzaron a la mayoría y alegraron a algunos estrategas, pues había una gran desproporción entre los beneficios publicitarios de lo visto y las consecuencias negativas sobre la población de la torpe actuación policial.

En ninguna de las formas: ni una guerrilla que, incluso en caso de victoria, traerá consigo un régimen igualmente autoritario; ni un golpe de estado que, habitualmente, lo que consigue es cambiar un dictador por otro.

Por otra parte, entre los métodos pacíficos, las elecciones no son posibles bajo una dictadura, y, de producirse, no tienen otro objeto que dar un barniz democrático a la misma, por lo que  no deben esperarse cambios significativos.

§ En Cataluña, es claro que las elecciones surten efectos, hasta el punto de que el liderazgo de la rebelión independentista está compuesto por el propio gobierno y una mayoría en el parlamento autonómico. Una peculiaridad tan extraña y extremada que desde el gobierno se organizan huelgas o se anima a ocupar las calles. En España (Cataluña incluida) no hay detenciones aleatorias sin acusaciones verosímiles, ni brutalidad sistemática, ni crímenes políticos. Al contrario, hay tribunales independientes. Tampoco hay presos políticos, aunque sí políticos presos, como se ha dicho, pero por corrupción. §

Sharp señala la esperanza legítima de que la comunidad internacional ayude:

«Many people now suffering under a brutal dictatorship, or who have gone into exile to escape its immediate grasp, do not believe that the oppressed can liberate themselves. They expect that their people can only be saved by the actions of others. These people place their confidence in external forces. They believe that only international help can be strong enough to bring down the dictators»

«Mucha gente que sufre ahora bajo alguna brutal dictadura, o ha tenido que exiliarse para escapar de ser detenido, no cree que pueda liberarse de la opresión por sí mismos. Esperan que su gente pueda salvarse por la acción de otros. Esta gente sitúan su confianza en fuerzas externas. Creen que sólo la ayuda internacional puede ser suficientemente fuerte para derrocar al dictador.»

Pero advierte de que no siempre se puede confiar en un gobierno extranjero que intervenga, pues a menudo lo hace por intereses económicos o, meramente, de poder. Además, con objeto de contar con el apoyo del resto de países, hay que esperar a que se manifieste la brutalidad del régimen hasta un cierto punto.

§ Como se ve, cuando Sharp habla de intervención extranjera, está pensando en una intervención militar. Una hipótesis delirante en lo que respecta a Cataluña, salvo que el gobierno de la nación entrara en pánico y transformara un proceso legal de suspensión de la autonomía en una intervención que lo desacredite. §

Siguiendo con las reflexiones de Sharp, vemos que, descartadas las diferentes fórmulas violentas:

  1. One must strengthen the oppressed population themselves in their determination, self confidence and resistance skills. Es posible reforzar la determinación, autoconfianza y capacidad de resistencia de la población oprimida. 
  2. One must strengthen the independent social groups and institutions of the oppressed people. Se puede reforzar a grupos sociales independientes e instituciones de la población oprimida.
  3. One must create a powerful internal resistance force, Se debe crear una resistencia interna poderosa.
  4. One must develop a wise grand strategic plan for liberation and implement it skillfully. Se debe desarrollar un plan estratégico para la liberación y se puede aplicar hábilmente.

§ La disciplina con la que los independentistas de a pié reaccionan a las llamadas de sus líderes y la actitud estoica ante las intervenciones policiales (punto 1) ponen de manifiesto que las asociaciones cívicas catalanas (punto 2 y 3) han seguido al pié de la letra una muy competente estrategia (punto 4). §

En el segundo capítulo de su libro, explora Sharp el peligro de las negociaciones con el dictador.

«It is sometimes argued that the truth is not all on one side. Perhaps the democrats have misunderstood the dictators, who may have acted from good motives in difficult circumstances. Or perhaps some may think, the dictators would gladly remove themselves from the difficult situation facing the country if only given some encouragement and enticements. It may be argued that the dictators could be offered a win-win solution, in which everyone gains something.»

«A veces se argumenta que la verdad está en ambas partes. Quizá los demócratas han mal entendido al dictador, quien puede haber actuado por buenos motivos en condiciones difíciles. O, quizá, algunos pueden pensar que los dictadores solucionan alegremente por sí mismos los problemas que el país afronta con sólo su esfuerzo. Se puede argumentar que los dictadores podrían ofrecer una solución en la que todos ganan»

«Negotiation, of course, may not be an option at all. Firmly entrenched dictators who feel secure in their position  may refuse to negotiate with their democratic opponent. Or, when negotiations have been initiated, the democratic negotiators may disappear and never be heard from again.»

«La negociación, naturalmente, no puede ser una opción en absoluto. Los dictadores que se sienten seguros en sus posiciones puede rechazar negociar con su rivales demócratas. O, cuando las negociaciones se han iniciado, los negociadores democráticos pueden ser secuestrados y desaparecer»

§ En este juego de espejos en que se ha convertido la situación catalana, hacer el seguimiento al uso que los independentista le ha dado a la no violencia no es fácil, dada la falsedad de la posición de partida. Tal parece que en su estrategia, los independentistas han decidido fingir que España es un dictadura, por lo que las negociaciones, siguiendo a Sharp, no son recomendables. Una estrategia que resultará facilitada por la aplicación del artículo 155 de la Constitución, pues el gobierno central se convertirá en el gobernante de Cataluña y se le aplicará el catálogo de medidas apropiadas para el dictador.

Pero, dado el prestigio que la posición negociadora proporciona antes los observadores externos y que los negociadores no corren ningún riesgo de desaparecer para siempre, como dice Sharp, se debe estar permanentemente abierto a esta posibilidad para adquirir el status de parte en conflicto y no de «fuera de la ley». Eso sí, con la reserva mental de que no se aceptará ningún pacto que evite la consolidación de la independencia. Esta posición se ve favorecida si la democracia española, por errores de diseño de contra-estrategia, lleva a cabo actuaciones torpes (y van varias) que permitan hacer verosímil para un observador alejado la condición de pueblo oprimido y, por tanto, sean perfectamente aplicables todas la indicaciones de Sharp. En este supuesto se necesita que la democracia española lleve a cabo actos que, con una intención determinada puedar ser tachados de:

  • ataque a los derechos humanos
  • ataque a la dignidad de cada individuo

para pasar a al lenguaje orwelliano de:

  • finalizar «torturas»
  • finalizar las «operaciones militares»
  • retirada del gobierno «agresor»
  • liberación de «prisioneros»
  • pedir perdón al «pueblo»

Todos los términos entre comillas empezarán a escucharse pronunciados sin rubor por los líderes del independentismo y reproducidos en pancartas bien impresas en las manifestaciones, a medida que el gobierno vaya implementando la aplicación de la suspensión de la autonomía. Una actitud que aumentará la ofensa a los demócratas no independentistas españoles aumentando la calidad y cantidad de agravios que el proceso necesita. §

Instalados en esta lógica, ya se puede aplicar Sharp sin problemas:

«The offer by a dictatorship of «peace» through negotiation with democratic opposition is, of course, rather disingenuous.»

«La oferta de paz de un dictador en unas negociaciones con la oposición democrática es bastante insincera.»

§ No se espera nada del contrario. Cualquier oferta de diálogo es falsa porque el Gobierno no quiere dar la independencia. Que acabe, primero, con las operaciones militares, libere prisioneros políticos, que finalicen las torturas, que se retire del sagrado territorio, que pida perdón. Todo eso lo puede hacer sin negociación, luego si se sienta no cabe esperar nada. Pero nos sentaremos porque estamos abiertos al diálogo sobre «cómo llevar a cabo nuestros propósitos». El hecho es que, a pesar de que muchos piden que se negocie, las dos posturas son irreconciliables, pues ni los independentistas van a volver voluntariamente al autonomismo, ni siquiera al federalismo, ni el Estado va a consentir una independencia basada en una minoría, significativa (38 %), pero minoría al fin y al cabo de catalanes y en un desafío legal sin precedentes liderado por los propios representantes del estado en el territorio. Añádase que el gobierno que ha de administrar esta situación es el menos dispuesto emocional y políticamente a una segregación territorial de España que, además no se limitaría a Cataluña como todo el mundo sospecha.

Tal parece que nos vemos abocados a que el gobierno intervenga en Cataluña abriendo un incierto futuro ante las previsibles reacciones de los independentistas y las imprevisibles reacciones de la policía autonómica, que pudo reprimir a los jóvenes catalanes, en tanto que rebeldes sociales, pero puede que no quiera hacerlo en tanto que rebeldes patrióticos. Añádase que la batalla mediática es más fácil para quien finge ser víctima, que para quien realmente se ve obligado a restaurar la ley. También hay que reconocer que, en estas circunstancia, la escalada puede convertir lo imaginado en real por el boicot tan eficaz que todo el aparato administrativo (presumiblemente independista) puede llevar a cabo para mostrar la torpeza gubernamental. Un verdadero lodazal, al que nos ha traído la dejadez del gobierno y la habilidad del independentismo de aprovechar que Europa no soportaría escenas que quiere olvidar, tanto de su pasado, como del cercano presente con los refugiados extra comunitarios. §

Sharp sugiere a los negociadores de la oposición que eviten que el resultado de las negociaciones sea una legitimación del dictador.

§ En nuestro caso, es el gobierno quien debe tratar de no legitimar a los independentistas como un interlocutor válido. Una posibilidad que en la inversión de posiciones con que los independentistas juegan, es buscada por éstos para pasar de la posición de rebeldes a legítimos interlocutores que se sientan a negociar para establecer los términos y detalles de la independencia. §

LA SOCIEDAD CIVIL

Sharp dice que el poder para ser efectivo necesita de autoridad, recursos humanos y materiales, competencias y conocimientos, factores intangibles para que los ciudadanos obedezcan y capacidad de sanción. Rasgos del poder que implican la aceptación del régimen. Para que el gobierno de la nación pueda ejercer el poder en Cataluña con la aplicación del artículo 155 de la Constitución le falta nada menos que los factores intangibles de media población de Cataluña, lo que hará muy complicada su gestión temporal del gobierno autonómico. Si, por otra parte, se aplica algún tipo de operación de orden público, será convertida rápidamente en «represión brutal».

«One characteristic of a democratic society is that there exist independent of the state a multitude of nongovernmental groups and institution… These bodies are important in serving their own objectives and also in helping to meet social needs… Isolated individuals, not members of such groups, usually are unable to make a significant impact on the rest of the society, much less a government, and certainly not a dictatorship»

«Una características de una sociedad democrática es que existen muchas organizaciones no gubernamentales independientes del estado. Estas organizaciones son importantes para buscar sus propios objetivos y, también, para ayudar al atender las necesidades sociales… Los individuos aislados, que no son miembros de estas organizaciones, habitualmente son incapaces de influir al resto de la sociedad y, mucho menos al gobierno o a un dictador.»

§ Esta verdad, dice Sharp, facilita la resistencia contra el dictador. En el caso de Cataluña, los independentistas se han servido, desde el gobierno autonómico, con gran eficacia de los cuerpos cívicos contra la democracia española, porque el gobierno central nunca las ha mediatizado. Esto les ha garantizado una inmediata respuesta ante cada fase del proceso de independencia. Dado que, como venimos diciendo reiteradamente, la aplicación del contenido del libro de Sharp implica convertir a la democracia española en una dictadura contra la que luchar plenos de legitimidad. §

DEBILIDADES DE LAS DICTADURAS

Sharp identifica 17 debilidades. Vamos a seleccionar algunas para ver si son de aplicación de forma analógica a un estado democrático. Las que figuran más abajo son las que he seleccionado:

2.- The requirement and effects of the regime’s past policies will somewhat limit its present ability to adopt and implement conflicting policies. La España democrática no ha pasado por un trance similar a este, pero, los independentistas saben que las experiencia de suspender la autonomía de Cataluña, por nueva, excepcional y perturbadora puede llevar al Gobierno a cometer muchos errores que podrán ser aprovechados, desde el momento en que ellos se sitúan en una posición de pureza prístina.

4.- Personnel and resources already allocated for existing tasks will not be easily available for new needs. En efecto, esta es una debilidad que se pondrá de manifiesto en cuanto el super delegado del gobierno tome el control del govern, incluidos los mossos.

6.- The ideology may erode, and myths and symbols of the system may become unstable. Pues sí, los independentistas pueden utilizar la falta de solidez de un patriotismo español minado por las tensiones en otras regiones.

9.- Internal institutional conflicts and personal rivalries and hostilities may harm, and even disrupt, the operation of the dictatorship. En esta caso, los independentistas puede aprovechar las divisiones políticas en el Parlamento español ante el proceso de independencia.

10.- Intellectuals and students may become restless in response to conditions, restrictions, doctrinalism and repression. Esta es una grieta que los independentistas están aprovechando bien, pues movilizan con facilidad a los jóvenes.

11.- The general public may over time become apathetic, skeptical and even hostile to the regime. Los independentistas esperan conseguir nuevos adeptos en la fase en la que el gobierno autónomo esté «secuestrado» a fuerza de sabotear la buena administración mediante funcionarios independentistas que arrastren los pies.

12.- Regional, class, cultural or national differences may become acute. Esta es, quizá la tarea más fácil, dadas las fuertes convicciones de los independentistas sobre la superioridad de la cultura catalana, que presentan refinada frente a la rudeza española.

14.- Sections of the police or military forces may act to achieve their own objectives, even against the will of established dictators, including by coup e’ètat.  Esta es una de las debilidades más acusadas de la posición del gobierno, como quedó demostrado el día uno de octubre con la negligencia de la policía autonómica. Comportamiento que puede agudizarse de forma dramática en el caso de sustitución del mando catalán por un mando, bien que provisional, de un profesional proveniente de las policías nacionales.

16.- With so many decisions made by so few people in the dictatorship, mistakes or judgment, policy and action are likely to occur. En efecto esta es una debilidad que se pondrá de manifiesto, una vez que se implemente la suspensión de la autonomía.

ATACANDO LAS DEBILIDADES

Sharp llama «talón de Aquiles» a estas debilidades y sugiere que deben ser acentuadas y explotadas:

«With knowledge of such inherent weaknesses, the democratic opposition can seek to aggravate these «Achilles’ heels» deliberately in order to alter the system drastically or to disintegrate it… The conclusion is then clear: despite the appearances of strength, all dictatorships have weaknesses, internal inefficiencies, personal rivalries, institucional inefficiencies and conflicts between organizations and departments. These weaknesses, over time, tend to make the regime less effective and more vulnerable to changing conditions and deliberate resistance.»  

«Conocida estas debilidades inherentes, la oposición democrática puede buscar agravar estos «talones de Aquiles» deliberadamente para alterar el régimen drásticamente o destruirlo… La conclusión es clara: a pesar de las apariencias de fortaleza, todos las dictaduras tienen debilidades, ineficiencias internas, rivalidades personales, ineficacia institucional y conflictos entre departamentos. Esas debilidades tienden, con el tiempo, a hacer el régimen menos efectivo y más vulnerable al cambio de condiciones y a la resistencia deliberada» 

§ Las debilidades del dictador son fortalezas de la lucha no violenta que, por el mero hecho del desafío:

  • No se acepta que los resultados se decidan por los medios de lucha elegidos por el dictador
  • El régimen presentará dificultades para combatir a los propios conciudadanos
  • Puede agravar las debilidades del dictador y aumenta el poder de los combatientes
  • La masas pueden dispersarse con la misma facilidad que se concentra sobre algún objetivo concreto.

Pero advierte que la lucha no violenta es más compleja que la lucha violenta porque implica acciones psicológicas, sociales, económicas y políticas aplicadas por la propia población y las instituciones del país. Estas acciones se traducen en huelgas, brazos caídos, boicots, desafección y, en definitiva aumento del poder de la gente. 

Sharp aconseja que la acción no violenta responda a una estrategia bien planificada. Hay cerca de 200 métodos de acción no violenta que se clasifican en las categorías de persuasión, no cooperación y de intervención (En un anexo del libro  se da una relación abrumadora). Estos métodos aplicados de forma selectiva y con constancia a gran escala por civiles entrenados puede causar grande problemas al régime que se quiere derribar. 

En el caso de los independentistas de Cataluña parece claro que lo que llaman la «hoja de ruta» es su estrategia de base en el libro de Sharp. Documento cuyo contenido se conoce por sus efectos. Quizá, cuando se ha llegado al límite en octubre de 2017, parece que tal hoja de ruta no da pistas de acción, lo que se manifiesta en la vacilaciones de los dirigentes del desafío. Sin embargo, al menos se orientan por dos criterios emocionales: 1) ni un paso atrás y 2) cuanto peor mejor. §

Sharp también recomienda que parte de la gente debe llevar a cabo la lucha de otra forma:

«Other methods of nonviolent struggle instead require people to continue approximately their normal lives, though in somewhat different ways. For example, people may report for work, instead of striking, but then deliberately work more slowly or inefficiently than usual. «Mistakes» may be consciously made more frequently. One may become «ill» and «unable» to work at certain times. Or, one may simply refuse  to work.»

«Otros métodos de la lucha no violenta requieren que la gente continúe con sus vidas con normalidad, aunque con ciertos cambios. Por ejemplo, filtrando información a los líderes sobre su trabajo en vez de ir a la huelga o realizando su trabajo de forma más lenta e ineficaz que de ordinario. Equivocándose conscientemente con más frecuencia. También se puede uno poner malo o mostrarse incapaz de trabajar de vez en cuando. O, incluso, se puede negar a trabajar.»

§ Éste párrafo cobra una enorme relevancia una vez que se aplique el artículo 155 de la Constitución española e, inevitablemente, la suspensión de la autonomía supone que «extraños» gestores ocupen las cúpulas de las distintas organizaciones políticas y administrativas. Se puede imaginar las dificultades implícitas a tratar de poner en acción una máquina compleja cuando sus elementos (mecánicos, electrónicos o humanos) lo sabotean. §

También deja espacio para que un «cierta» violencia limitada pueda ejercerse:

«In some cases, however, limited fight against the dictatorship may be inevitable. Frustration and hatred of the regime may explode into violence.»

«En algunos caso, sin embargo, es inevitable luchar contra el dictador, pues la frustración y el odio al régimen puede explotar en violencia.» 

Recuerda que la lucha no violenta puede cansar y:

«The maintenance of high standards of behavior in nonviolent action is necessary at all stages of the conflict… It is important to remember that large numbers of people may frequently be necessary to effect particular changes.»

«Es necesario mantener un comportamiento de alto nivel en la acción no violenta en todas las fases del conflicto… Es importante recordar que frecuentemente puede ser necesaria mucha gente para producir determinados efectos.»

Función que en nuestro caso están cumpliendo la asociaciones cívicas ANC y Omnium. La reacción brutal y esperada de la dictadura, tiene «sus ventajas»:

«… disciplined courageous nonviolent resistance in face of the dictators’ brutalities may induce unease, disaffection, unreliability and in extreme situation even mutiny among the dictators’ own soldiers and population. This resistance may also result in increased international condemnation of the dictatorship.»

«…una resistencia no violenta corajuda y disciplinada para afrontar las brutalidades de los dictadores puede provocar malestar, desafección, desconfianza y, en circunstancias extremas, motines entre los propios soldados del dictador. Esta resistencia puede también provocar el incremento de las condenas internacionales de la dictadura»  

Las fases generales del proceso son la conversión de los indiferentes antes el coraje de los involucrados. En el caso del independentismo catalán se da y se proclama cuando alguien declara que se incorpora al proceso porque «ve la incapacidad de diálogo del gobierno central» o por «la brutalidad de la intervención de la policía y Guardia Civil en día del referéndum del 1 de octubre«. Cuando en la contienda se consigue que la dictadura entre en algún tipo de negociación es que ha llegado la fase de acomodación. A partir de ese momento, si las debilidades del régimen empiezan a mostrar grietas y vacilaciones es que se ha llegado a la fase de coerción de la no violencia. Finalmente, la dictadura se muestra incapaz de hacerse obedecer y la acción no violenta gana poder. Es la fase de desintegración. Los líderes de la revuelta deben tener siempres presente estas fases para establecer las estrategias necesarias en cada momento.

Si la estrategia no es cuidadosa se puede estar subestimando la fuerza del dictador y encontrarse con una reacción que haga colapsar la resistencia. Por eso, Sharp recomienda diseñar una estrategia que quiere decir calcular el curso de la acción para los logros perseguidos, aunque reconoce que muchos líderes de movimientos de no violencia emprenden la acción de forma rudimentaria y, por tanto, llena de riesgos al preferir reaccionar a las iniciativas del dictador. Sharp recomienda que haya una Gran Estrategia que fije los grandes principios de la acción; una Estrategia para cada objetivo concreto. Tácticas para implementar las estrategias y Métodos que especifiquen las herramientas a utilizar (huelga, sabotaje…) y los ritmos de tal acción. Sharp ofrece un catálogo de preguntas que ha de responder el estratega:

  1. What are the main obstacles to achieving freedom? 
  2. What factors will facilitate achieving freedom?
  3. What are the main strengths of the dictatorship?
  4. What are the various weaknesses of the dictatorship?
  5. To what degree are the sources of power for the dictatorship vulnerable?
  6. What are the strengths of the democratic forces and the general population?
  7. What are the weaknesses of the democratic forces and how can they be corrected?
  8. What is the status of third parties, not immediately involved in the conflict, who already assist or might assist, either the dictatorship or the democratic movement, and if so in what ways?

§ Aplicados al caso del independentismo catalán está claro que los estrategas del proceso han respondido a estas preguntas y que se puede arriesgar cuáles fueron sus respuestas §

  1. Que España es una democracia
  2. Hacer ver que España es un régimen opresor para Cataluña
  3. Su potencia material en términos económicos y represivos
  4. Las disputas entre los partidos de ámbito nacional
  5. Que apunta a corto plazo
  6. La capacidad de movilización de masas pacíficas y la paciencia al apuntar a largo plazo en el logro de la independencia
  7. La heterogeneidad de las fuerzas comprometidas con el proceso, que puede ser neutralizada con la creación de alianzas preelectorales.
  8. Básicamente la Unión Europea a la que se espera convencer de que el deseo de independencia es potente y justificado por la opresión

Quizá el más inquietante consejo de Sharp, que es coherente con el hecho de que ha escrito este libro para derrocar dictaduras, es:

«If it has been proposed that provocative resistance action risking high casualties will be required for a strategic purpose, then one should very carefully consider the proposals costs and possible gains.»

«Si se ha propuesto una acción provocadora de resistencia con alto riesgo de provocar víctimas con propósitos estratégicos, entonces se debe considerar muy cuidadosamente la relación entre ganancias y costes.»

§ Un consejo que al día de hoy (19 de octubre de 2017) cobra más relevancia, desde el momento que se va a la suspensión de la autonomía catalana y hay dos millones de catalanes situados en toda la estructura civil y administrativa de Cataluña esperando ser movilizados por sus líderes para defender que su lucha es legítima porque así lo sienten y así lo desean. Y que quien se opone, por el mero hecho de hacerlo, es «una dictadura insoportable». §

No va a ser fácil, pero confío en que este episodio de nuestra historia, en el que se confirma el diagnóstico de Ernst Gombrich de que los seres humanos «nos hacemos daño porque nos hartamos unos de otros«, no deje demasiadas cicatrices, porque heridas las va a haber con alta probabilidad. Cuando, hoy en día, un chico nacido en Croacia y otro nacido en Camerún se abrazan en una cancha deportiva y besan el escudo del Barça (el club de mi infancia) queda probado que ser de esto o de lo otro tiene que ver con colores y pertenencias no siempre duradera. ¿Qué sentido tiene, excepto el de renunciar a la realidad mestiza para abrazar la distopía uniforme, luchar por un sentimiento indefinido que viene de lo más primitivo de nuestra biología, que es la pertenencia a la tribu o la manada protectora? Es necesario que le demos a la historia la importancia que tiene. Es decir, que no juguemos con la herencia de convivencia recibida para, en un acto inmaduro, romper irritado los juguetes. Tan anacrónico es el independentismo, como las fuerzas irracionales de la unión, si quieren llevarnos a un adánico kilómetro cero de nuestras vidas. Ni Company, ni Pelayo. Pero, la historia tiene su peso y no se puede volver la espalda, si no es con un costo insoportable. El argumento, que comparto, de que hoy no se puede tolerar ningún nivel de violencia, en ningún tipo de situación o aspecto, es contemporáneo de que hoy tampoco se puede tolerar que, en nombre de sentimientos o ilusiones, se violenten estructuras democráticas consolidadas con alto riesgo de generar división y dolor. A tal efecto, usar la sagrada herramienta de la no violencia es traicionar un patrimonio de la humanidad que a tantos pueblos, realmente oprimidos, ha servido para su liberación. El grito de ¡libertad! no puede ser usado por el que es libre, como el de ¡libertad de expresión! no puede reclamarse para ofender en una sociedad democrática, porque en ambos casos, mucha gente ha padecido por usarla peligrosamente delante de un poder realmente cruel.

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Meditaciones sobre el dinero y la confianza.

Después de la lectura del magnífico libro de Niall Ferguson The ascent of money no se puede evitar hacer algunas reflexiones que espero sean de interés. Es el resultado de la asimilación y transformación que cualquier contenido sufre, una vez que entra en la trama de patrones mentales de cualquiera de nosotros. Vamos allá.

Los nacidos en 1950 hemos vivido, que sepamos, tres crisis económicas con entidad suficiente para que la prensa no especializada las incluyera en el menú. Una fue la del petróleo en los años setenta, otra la de las tecnológicas en los años noventa y la de las hipotecas subprime en los 2000. Crisis que llenaban los medios de información de terminología sofisticada y oscura para el común. De ahí el interés del libro de Ferguson, porque hace un esfuerzo con éxito para que comprendamos las distintas herramientas con las que la imaginación de los hombres de negocios ha ido complicando, pero, al tiempo, favoreciendo el flujo de dinero de unas actividades a otras, pasando por los bolsillo de los más avispados. La mayoría de ellas se inventaron antes de que las ideologías, que son un asunto del siglo XIX, valorasen en positivo o negativo su existencia. Las más sofisticadas herramientas han surgido en las últimas décadas y juegan un papel más dudoso en el universo de las inversiones con sentido práctico, salvo que se considere que son formas de hacer dinero para, luego, aplicarlo de forma más directa.

Para entender el proceso haré la siguiente clasificación:

  1. Procedimientos para dar crédito (financiación)
    • Bancos
    • Bonos
    • Acciones
    • Ampliación de capital
    • Hipotecas
    • Impuestos
  2. Procedimientos para asegurar riesgos
    • Seguros
    • Reaseguros
    • Bonos de catástrofes
    • Fondos de cobertura
    • Opciones
  3. Patologías financieras
    1. Estafas piramidales
    2. Burbujas
    3. Acciones Preferentes
    4. Derivados
    5. Mercados secundarios

Hay que decir que los inventos financieros, en general, son acumulativos, pues se van superponiendo cubriendo antiguas y nuevas necesidades de financiación o de cobertura de riesgos. La actividad económica se dinamizó extraordinariamente en el siglo XV con la apertura de vías comerciales con Asia y la llegada masiva de oro y plata tras el descubrimiento de América. En una primera fase, la falta de dinero en metálico favoreció la existencia de préstamos y, para ello, se necesitaba quien previamente lo hubiera acumulado. Una acumulación que requería de la violencia para la apropiación. Así, los Medici, antes que políticos fueron, primero, gansters, criminales y, después, prestamistas evolucionados a banqueros. Los prejuicios religiosos favorecieron que los judíos se especializaran en el préstamo con interés, haciendo posible el mito de su poder y miseria. El siguiente invento financiero fueron los bonos, que surgieron de las necesidades de financiación de los estados. Con este método los gobernantes financiaban su actividad a cambio de una renta a los tenedores de los bonos. La complejidad creciente de las actividades navieras llevó a la creación de grandes compañías cuyo mantenimiento requería de grandes capitales y dieron lugar al invento de las participaciones o acciones que repartían la propiedad de la empresa. Después llegaron en cadena nuevas formas que aumentan las posibilidades y los riesgos que cuenta magistralmente Ferguson en su libro.

El préstamo presupone acumulación, primero, e interés en incrementar el capital mediante el cobro de intereses a prestatarios en los que se confía, después. Prestatarios que, en general, busca el préstamo para emprender con ideas nuevas o consumir. En cualquier caso, el préstamo es un mecanismo que, desde el momento en que la primera revolución industrial abrió la puerta de la innovación, aparentemente sin límites, puso a las inteligencias más notables a abrir camino en las matemáticas, física y sus aplicaciones tecnológicas, un proceso que aún continúa. Además, los servicios públicos hacen necesario que los estados emitan bonos como formas de financiar sus proyectos pacíficos y bélicos. Con las acciones el accionista presta dinero a la empresa y se encuentra en condiciones de recibir a cambio dividendos; con la ampliación de capital, otros socios entran en la empresa reforzando su capacidad de inversión y, finalmente, con las hipotecas se hace posible el rasgo más potente del estado de bienestar: que gente ordinaria tenga acceso a la propiedad. Los impuestos son, bien que forzosos, un sistema para financiar a los estados. Es complementario de los bonos, pues los estados financian su deuda (déficit acumulado) con éstos.

El seguro, es una forma muy inteligente de mutualizar los costos de los imprevistos de la vida. Todos estamos familiarizados con ellos, aunque algunos están más alejados del interés del ciudadano común. Así conocemos cómo funciona el seguro de un vehículo o nuestra casa contra riesgos de robo, incendio, inundación, etc. Nos parece sensato que entre todos los clientes de una aseguradora paguemos por adelantado los costos de las indemnizaciones de los pocos que sufran algún daño en sus personas o en sus bienes. Pero también las compañías de seguros temen verse desbordadas por las obligaciones de indemnización cuando el riesgo se hace realidad. Por eso, suscriben seguros con grupos aseguradores llamados reaseguradoras que no tiene como clientes a individuos, sino a compañías. Pero, además, cuentan con otro invento para cubrir su potenciales pérdidas. Es un mecanismo sofisticado que nace para cubrir las pérdidas en el casos de catástrofes climáticas. Son los los bonos de catástrofes (cat-fund). Funciona del siguiente modo: la compañía emite bonos con vencimiento establecido. El inversor compra estos bonos y cobra un interés durante un plazo prefijado. Si la catástrofe potencial ocurre en el plazo establecido la compañía se queda con el dinero adelantado y, si no ocurre, el inversor recibe de vuelta el capital entregado y se queda con los intereses cobrados. El mecanismo es como un seguro de un particular a la propia compañía que es «indemnizada» en un cierto sentido por el inversor.  El último modo de asegurarse surge en el ámbito de la agricultura. Son los fondos de cobertura (hedge fund) y permiten al agricultor asegurarse de que cobrará por su cosecha, ocurra lo que ocurra, a precios establecidos en el momento de la siembra. Si la catástrofe no ocurre el titular del fondo cobertura se queda con la cosecha al precio convenido y puede obtener beneficio en el mercado alimentario vendiéndola al precio actual. La opciones son el resultado de la búsqueda de nuevas formas de aseguramiento. En este caso el tenedor de unas acciones se asegura un precio futuro de las mismas y, al tiempo, cobra por ceder el derecho de venderlas al precios de mercado en un determinado momento. Derecho que es transferido al comprador de la opción. En esto se parecen a los fondos cobertura en la agricultura. El proponente le compra al tenedor de unas determinadas acciones el derecho (la opción) a quedárselas transcurrido un determinado plazo, a un precio establecido en el momento del pacto. De este modo si al final de plazo las acciones valen más que el precio pactado, el titular de la opción ganará la diferencia. Hay otras variaciones en las que está en juego no un precio del valor, sino los intereses a pagar por un determinado préstamo. Son un mecanismo inclasificables como financiador o asegurador. Por eso, podrían estar en el apartado de patologías financieras, pues es un juego alejado del funcionamiento material de la economía, que persigue exclusivamente el traspaso de dinero de unos inversores a otros.

Como vemos entre sistemas de financiación y de aseguramiento la actividad humana se proyecta hacia lo nuevo y se protege de los riesgos potenciales. Las compañías y los individuos buscan su beneficio al tiempo que cumplen estas fundamentales funciones económicas. El factor riesgo es fundamental para justificar los beneficios, parte de los cuales van al disfrute de sus propietarios y parte, de nuevo, al flujo de capitales activos puestos en riesgo. Los más certeros hacen fortunas que los llevan a los primeros puestos de la clasificación de la revista Forbes.

Patologías financieras son actuaciones que se pueden considerar usos desviados y, en casos, delictivos de los mecanismos de financiación y aseguramiento. Tres de ellos son conocidos por sus repercusiones sociales cuando salen a la luz o maduran como proceso enfermizo. La estafa piramidal consiste en que una vez convencidos los inversores, generalmente ciudadanos desprevenidos y con poca formación financiera, de que un determinado valor, por ejemplo sellos de correos o un conjunto de valores gestionados por el promotor de la estafa, subirán de precio con el paso del tiempo mientras los inversores cobran intereses por el capital colocado. La estafa se manifiesta cuando el gestor paga los intereses a los socios, no con los beneficios obtenidos en inversiones, sino con el dinero aportado por nuevos socios. Un mecanismo que falla cuando el ritmo de incorporaciones se reduce o la imprudencia de los gestores les lleva a aventuras de difícil salida. Las burbujas son fenómenos de encantamiento en el que inversores veteranos (Bear) e inversores aficionados (Bull) se dejan sugestionar por una atmósfera de subida de precios de determinado valor, financiero o material, y estimulan la producción del mismo hasta que, por unas razones u otras, se desconfía del siguiente escalón de subida y todo el mundo se tira escalera abajo tratando de desprenderse de los valores y retorna su dinero, con o sin beneficios. El problema viene cuando la burbuja es inducida y alimentada con valores dudosos a conciencia por promotores que están atentos a retirarse en el momento adecuado rematando su iniciativa de estímulo con otra de depresión. No sin antes haber asegurado apuestas altamente lucrativas a favor de la caída del valor en cuestión. El caso de la crisis de 2007 es un ejemplo de burbuja inducida, al financiar a insolventes para vender las hipotecas (bien que camufladas en con otros valores) a los supuestos inversores expertos del mundo entero. La acciones preferentes son unos supuestos derechos que adquiere el inversor a cambio de un interés fijo con carácter perpetuo. Fueron emitidas en España para traspasar a los bancos los depósitos de sus clientes más ignorantes de la complejidad del producto. Los derivados son productos financieros complejos que incluyen varios tipos de valores tales como distintos tipos de seguros, hipotecas, etc., cuyo valor complejo depende del valor de sus integrantes. Fue el vehículo utilizado por los promotores de la burbuja inmobiliaria para camuflar las hipotecas sin respaldo que contaminaron todo el universo bancario y financiero mundial. Todos las actuaciones de financiación y aseguramiento dejan un rastro documental que permite la creación de un mercado secundario en el que ya no venden seguros o bonos emitidos por compañías o estados y se hacen hipotecas con un banco que la retendrá hasta su liquidación, sino que se venden una y otra vez los documentos que acreditan tales operaciones en la confianza de su revalorización misteriosa. Así un propietario de vivienda no sabe si su hipoteca está en la sucursal bajo su casa o en un banco japonés, al que el primero se la vendió. Sin embargo, un inversor profesional si sabe que puede negociar con acciones o bonos de estado porque hay un mercado donde comprar y vender estos valores. Esta actividad de segundo nivel está alejada de las necesidades de financiación que ya quedan satisfechas con las operaciones desencadenantes. Son juegos especulativos en los que los factores coadyuvantes son altamente inseguros y que sólo juegan aquellos que manejan grandes fondos (normalmente ajenos). Su propósito es buscar beneficio a base de crear o sufrir expectativas de revalorización.

FINAL

La mayoría de los disgustos económicos que se producen entre la gente que se dedica a trabajar cada día le vienen de aquellos que dedican, ese mismo día, a la especulación con mecanismos sofisticados de manejo de valores que, cuando caen, arrastran a la economía real. El tráfico de capitales y valores es consustancial a la actividad económica por su capacidad de dinamizar y cubrir riesgos. Pero, en cuanto los responsables de ordenar ese tráfico (legisladores y controladores como los bancos centrales) dejan de controlar y pasan a pensar en el fin de semana, se ponen las bases para que los tiburones salga a la caza de incautos. Siempre sorprende que en un momento determinado la cadena de confianza se rompa porque alguno de los actores filtra valores tóxicos en la corriente del tráfico financiero y, además, se aseguran contra el hundimientos de esos mismos valores,  para ganar dinero a la entrada y a la salida. A pesar de estas catástrofes, el mundo financiero se ha interesado por apoderarse de los depósitos de ahorro de la gente normal, pues les debe parecer que están ociosos, incluso, en poder de los propios bancos que son agentes financieros torpes en relación con los gestores de fondos temerarios. Actores que se mueven en el límite de la probabilidad de fracaso. Por eso, continuamente, nos atosigan con preferentes, con suelos de hipotecas o con seguros de mascotas.

Agradezco al libro de Ferguson haberme proporcionado la visión global del complejo proceso que va desde la primaria concepción del dinero como metal precioso a las vaporosas formas que, hoy en día, toma en un mundo globalizado. Porque, en esa cultura general económica, se puede basar una actitud más justa con ese mundo, cuando cumple con su función, y más irritada, cuando se quiebra el fundamento de su existencia: la confianza. La confianza en la cultura judía es equivalente a la verdad como promesa de cumplimiento. Etimológicamente es una «fe compartida». Es la base de la sociedad y de todo compromiso, económico o sentimental. La traición de esa fe es la herramienta del defraudador. Pero para que su delito se consume, es necesaria una época cargada de fe. La lección es que cuando se perciba, en el ámbito económico, un exceso de fe materializada en el ofrecimiento de dinero sin muchas garantías, es que se está preparando la crisis. En esta fase los gobiernos son felices porque todo «va bien» (¿se acuerda?) y colaboran con el disparate . Colectivamente es el momento de llamar a la cordura si no se tiene poder y de ejercerlo si se tiene. Desde luego es el momento de que cada individuo amortice los préstamos en vez de usarlos para comprar y quedarse apalancado (es el término técnico). La fe, la confianza, como casi todo es una cuestión de medida. El exceso de fe atrae a los codiciosos y la carencia atrae a la miseria.

PD.- No se me escapa que hay una economía golfa asentada en lugares, llamados paraísos fiscales, donde se reúnen los traficantes de droga, armas y personas con «pacíficos» evasores de impuestos y blanqueadores de dinero. Otro día.

 

El ascenso del dinero. Niall Ferguson. Reseña (14)

Este libro es un magnífico resumen de los avatares del mundo financiero. Un mundo que llega donde no llega el dinero o, mejor, un mundo que inventa otras formas de dinero. Es el mundo del crédito en el doble sentido de préstamo y reputación. Desde el descubrimiento de américa en el siglo XV, el comercio se multiplicó de tal forma, que no bastaba con el dinero circulante en forma de monedas y se inventó el crédito. Un paso fundamental para el mundo porque así las sucesivas acumulaciones de dinero que el vértigo comercial producía no eran inútiles, sino que permitían prestar el dinero con la esperanza de su devolución. Durante el préstamo el prestatario pagaba un interés y todo el mundo féliz. Pero no sólo los préstamos, sino las seguros, los bonos, las acciones, la opciones, los derivados, las hipotecas fueron sumándose al catálogo de mecanismos, algunos de los cuales ya no eran mecanismos para dinamizar el mundo, sino juegos de azar para enriquecerse en base a la necesidad de los capitalistas de obtener renta que neutralicen el efecto de corrosión de la inflación (subida de precios) y, al tiempo el miedo a perder completamente los capitales invertidos. Es una cuestión muy importante porque este ir y venir del dinero directamente o representado por las distintas imágenes que se han inventado para representarlo, es el modo en que empresas abordan innovaciones o las ideas se materializan. Tampoco falta en este libro una historia de las burbujas y las depresiones que suelen seguirlas, sin dejar en el análisis la más reciente y dolorosa para nuestra época.

Niall Ferguson es un historiador escocés de proyección internacional. Ha escrito numerosos libros sobre el poder político y una biografía de Kissinger, el Secretario de Estado norteamericano que se ocupó de las políticas más siniestras de su país en tiempos de guerra fría en los años setenta. Ferguson es un conferenciante brillante normalmente patrocinado por Think Tank neoliberales. Aunque votó por la permanencia del Reino Unido de la Unión Europea, pronto pasó a decir que se había equivocado y que los correcto era el llamado brexit. Considera que el mundo se ha vuelto muy peligroso y que la políticas liberales no se han extendido tanto como deberían. Quizá piense que queda «mucho socialismo», como herencia del siglo de prevalencia de las políticas sociales. Es un tipo curioso que se ha divorciado de su mujer, la periodista británica Susan Douglas,  con la que tuvo dos hijos, y se ha casado con la conocida abogada y activista somalí Ayaan Hirsi Alí que está amenazada por algunos islamistas radicales por las campañas realizadas en Holanda. De hecho, tras su película contra el Islam fue asesinado el director, Theo Van Gogh, y ella amenazada gravemente, teniendo que dejar el país.

RESEÑA

El libro está bien escrito y adopta una curiosa estructura. Consiste en poner en orden cronológico el comienzo de cada uno de los instrumentos financieros que identifica, pero desarrollando temporalmente la historia hasta la época actual si aún pervive. Es inteligible para profanos y lo recomiendo por su carácter de realidad subyacente a todos los acontecimientos de la vida práctica con una excepción que nos conviene hacer. Es decir, procuremos mantener todavía el invento romántico del siglo XIX y dejemos a los sentimientos al margen del vértigo económico mientras sea posible.

EL DINERO INGENUO

EL DINERO NO ES METAL

Ferguson comienza recordando que el imperio Inca no usaba el dinero aunque apreciaba los metales preciosas. Así el oro era «el sudor del Sol» y la plata «las lágrimas de la Luna». Pero estos metales para los españoles de Pizarro era la materia prima para el dinero en forma de monedas. El dinero fue un gran invento que sustituyó la ineficiente permuta de bienes. Las monedas más antiguas fueron encontradas 600 años a.C. en el Templo de Artemisa en Éfeso (actual Turquía). Los romanos contaban con monedas de oro (aureus), de plata (denarios) y de bronce (sestertius). Todavía en el años 800 d.C. se hablaba de las monedas en los términos de denarios. Pero eran tan escasas que la piel o la tierra eran casi sus sustitutos. Buscando y plata se comercializaba con los árabes en madera y esclavos y, finalmente con la guerra. Las cruzadas no fueron un buen negocio. La carencia de oro llevó al problema de las relaciones entre los tamaños de las monedas por la tendencia dividir las monedas para tener submúltiplos en pagos pequeños. Por eso el Descubrimiento acompañado de la búsqueda de oro y plata pareció acabar con la escasez tradicional. Convoyes de hasta 100 barcos con plata llegaban continuamente a Sevilla. Un quinto era para la Corona, pero el flujo proveyó de monedas a toda Europa. El «peso de ocho» o dólar español fue la primera moneda global. Servía tanto para financiar las guerras españolas en Europa como las transacciones con Asia. La abundancia de monedas hizo bajar su valor y facilitó la decadencia del Imperio Español. La inflación hizo que en Inglaterra se multiplicará por siete la forma media de vida. Los españoles no terminan de comprender que el valor del dinero no era absoluto y que la profusión de monedas no hacía un país más rico, sino las mismas cosas mas caras. De hecho hasta el siglo XX en que las monedas se desvincularon del patrón oro, no acabó esta superstición del valor absoluto de alguna forma. Hoy en la época de los bitcoins se entiende mucho mejor. El dinero vale lo que otros quiera dar a cambio.

DINERO ES CERÁMICA O PAPEL

Cuando los hombres quisieron dejar registro escrito de su asuntos, no fue la filosofía, ni la ciencia lo que daba contenido a las tablillas cerámicas de Mesopotamia (1700 años a.C), sino las deudas que surgían en los negocios. Estas notas no se diferencian notablemente de las notas en los billetes de los bancos emisores modernos. En opinión de Ferguson los que el dinero materializa (hoy en día ni eso) es la relación entre deudores y acreedores. Las tablillas cerámicas son libros de registro de préstamos hechos, incluyendo la fecha de devolución. Servían también como pagos al portador y los prestatarios estaban obligados a pagar intereses. En todo caso era un sistema basado (como ahora mismo) en la confianza de que el prestatario acabará pagando. De hecho, en muchos países el término «crédito» proviene del latín «credo». Y ahí, en el comienzo registrado de los préstamos está ya la clave del dinamismo de la humanidad. El que tiene y presta está dando a otro la oportunidad de crear.

EL DINERO HAY QUE CONTARLO

En un salto que sólo en la fantasía se puede dar, Ferguson pasa al siglo XV en la Italia de los principados en que el Imperio por antonomasia (el romano) se fragmentó, aparece un genio: Leonardo de Pisa, conocido por Fibonacci, quien todavía en el siglo XX «contribuyó» al Modulor de Le Corbusier. Su observación sobre la serie numérica en la que cada número es resultado de la suma de los dos anteriores y su razón un número «mágico» (1,618) que aparece en múltiples formas y relaciones en la naturaleza.  Pero en el mundo práctico Fibonacci acabó con el negocio de los abaquistas que se ganaban la vida haciendo operaciones con números romanos, al introducir los número árabes y el sistema decimal implícito, con los que favoreció todo tipo de cálculos en los intercambios de mercancías y dinero.

LA USURA

La iglesia católica prohibía la usura, por eso Dante crea un infierno literario para los usureros. Se consideraba usura prestar dinero con interés, porque probablemente no se tenía conciencia de limado que el dinero sufre cuando los precios se elevan. El caso es que, como ya se hacía en Mesopotamia, era necesario financiar negocios o consumo y no se aceptaba que una cristiano prestara a otros cristiano, sin embargo en el Deuteronomio del Viejo Testamento, una frase permite prestar a extraños. Por eso Venecia vió en las comunidades de judíos expulsados de España y Portugal una ocasión de para dinamizar su economía y los aceptó a partir de 1516. Asentó a los judíos en una de las islas de Venecia llamada Ghetto (literalmente fundición), porque en ella hubo una antigua fundición. Allí quedaban confinados de noche y en las fiestas cristianas. Eran marcados por una letra amarilla o debían portar un sombrero amarillo. Se les restringieron las actividades a realizar que se redujeron en gran medida a la labor de prestamistas. Dadas las angustias asociadas a la condición de prestatario no es difícil de entender la contribución de estas transacciones al odio al judío (además de la piadosa inquina por la atribución de la muerte de Cristo). Todavía hoy, los prestamistas particulares acuden a suplir la ausencia de dinero en periodos de crisis con altos intereses y fuertes castigos para el moroso.

EL DINERO MADURO

LOS BANCOS

Los Médici fueron el epítome del poder en el Renacimiento y Maquiavelo su biógrafo. Época de guerras con alto grado de ficción encargadas a mercenarios (condotieros) que no siempre tenían ganas de matarse. Pero que había que financiarlas. El origen de su riqueza está en ser prestamistas, que traficaban con dinero literalmente sentados en bancos en las calles detrás de una mesa. De ahí que fueran considerados «banchieris». Tomaban dinero de la gente a cambio de un interés y prestaban dinero, igualmente con el compromiso de pago de un interés (mayor). Crearon sucursales en Roma y Venecia, Londres y Avignon. También generalizaron un vieja herramienta de pago como eran los pagarés, ante las carencias de dinero metálico. Un sistema que podía burlar la prohibición de cobrar intereses por préstamos de dinero «en metálico». La acumulación de dinero les permitió no sin dificultad hacerse con el poder de la república florentina. El resto es otra historia. Pronto se extendió la idea de una entidad que se ocupara de normalizar la complicada situación que las transacciones internacionales provocaban con el flujo de muchos tipos de monedas. Uno de los métodos eran el uso de los cheques para realizar pagos respaldados por los depósitos en el Banco. El primero de ellos se creó en Amsterdam en 1609. En estos experimentos iniciales la relación entre el valor de los depósitos y su reservas de oro y monedas, limitando la circulación de dinero mediante la concesión de créditos. El primer banco sueco rompió esa barrera empezando a prestar parte de sus reservas aunque eso le impidiera atender la reclamación de los depositantes, si estos se presentaban todos a la vez, lo que era, siempre que el banco mantuviese su reputación, muy improbable. El paso de reducir la reservas que respaldan los depósitos permitía a los bancos prestar con más facilidad y hacer que el dinero. Ferguson propone un ejemplo basado en una tasa mínima del 10 % de reservas o dinero en los bancos:

Un banco tiene depósitos por valor de 100 unidades dinerarias (UD). Con la tasa del 10 % puede prestar 90 y así procede. El prestatario coge los 90 y los deposita en otro banco provisionalmente. Este otro banco con la misa tasa de reservas presta hasta el 90 % de 90 UD, es decir 81. Ahora se puede ver el efecto. En vez de una cantidad de 100 UD inmovilizada en el primer banco, tenemos una dinámica dineraria de 100 + 90 + 81 =271 unidades dinerarias. Una situación tan interesante para la dinámica económica como frágil en cuanto alguien pierda la confianza. Si se acude al primer banco a pedir las 100 UD, éste tendrá que pedir las 90 UD a su prestatario que, a su vez, tendrá que pedirselos al segundo banco en una cadena de miedo que arruina la cadena dineraria. 

En el ejemplo la primera fase expansiva genera riqueza y en la segunda depresión. Ferguson piensa que los españoles nunca comprendieron cuando las naves llegaban plenas de oro y plata que el dinero no es el metal, sino a la cadena de crédito que surgió en Florencia, Amsterdam y se perfeccionó en Estocolmo.

LOS BONOS

Después de la invención de los bancos, el siguiente avance financiero fue el nacimiento de los bonos. En españa los conocemos como Letras del Tesoro y Bonos del Tesoro, un documento que proporciona al poseedor un interés anual modesto, pero la garantía del estado. Su aparición se sitúa en el norte de Italia hace unos ochocientos años. Hoy en día suponen globalmente unos 18 billones (europeos) de dólares. Todos estamos relacionados con los bonos de un modo u otro. Así el ciudadano que tiene un plan de pensiones debe saber que la financiera o banco donde lo haya suscrito colocará parte del dinero en bonos de un estado. También porque siendo los países grandes una garantía para los compradores, los capitales puestos a disposición de los países proporciona grandes beneficios a todos sus ciudadanos. Si como dijo Heráclito «La guerra es el padre de todas las cosas», lo es de los bonos. Las ciudades-estado del norte de Italia estaban en continuo conflicto para lo que usaban ejércitos mercenarios que tenían que pagar, por lo que necesitaban financiación. Uno de los más conocidos mercenarios o condotieros fue un inglés llamado John Hawkwood. En Florencia se creó el Monte Común (Monte Commune) en el que obligatoriamente los ciudadanos de Florencia debían colocar dinero para la libre disposición del príncipe de la ciudad. Se pagaba un interés que, para evitar el reproche de la Iglesia, se camuflaba como compensación por los daños en las economías particulares. El resto del capítulo muestra los avatares históricos de los bonos y las guerras que financiaron, destacando la guerra contra Napoleón, que fue financiada por el emergente financiero Nathan Rothschild que con sucursales dirigidas por sus hermanos en las más importantes capitales europeas dominaba la información y, por tanto, las más atrevidas apuestas en el mercado secundario de bonos. Los mercados secundarios son otro invento que multiplicaba la potencia de los bonos. Se activaba cuando el tenedor de bonos los vendía a un tercero, puestos que eran documentos al portador. Una operaciones que permitían grandes ganancias y grandes bancarrotas. No menos interesante es la historia de la financiación de los confederados en la Guerra de Secesión norteamericana y su importancia decisiva en el curso de los acontecimientos. Sudamérica las recién independizadas repúblicas pronto entraron en el mercado de bonos para financiar sus estados, una vez rotas las relaciones con la metrópoli española. Pero pronto aprendieron el escaso coste que en las primeras ocasiones llegaba a tener el declararse insolventes. Lo que obligó a los países de los tenedores de bonos tan importantes como Gran Bretaña, Alemania, Italia a operaciones tan contundentes como bloquear los puertos de Venezuela en 1902. No menos enérgicos se mostraron los norteamericanos con sus cañoneras para defender los intereses de sus inversores los países del Caribe. La segunda parte del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX generalizó la figura del rentista que con grandes fondos en bonos del tesoro cobraban de forma periódica los intereses. Una bonanza que financió la Belle Epoque y se desplomó con la Gran Guerra en 1914.

Según Ferguson lo que ocurrió durante y después de la guerra (además de matarse unos a otros) fue un fenómeno de inflación por exceso de dinero producido por la necesidad de los estados de acudir a los bancos centrales para que le compraran bonos del tesoro, lo que aumentó el capital circulante y el precio de las mercancías. No lo hizo por igual en todos los países, pues en Alemania fue mucho peor, pues no tuvo acceso a los mercados internacionales de bonos para colocar los suyos y en cuanto consumió el dinero de los inversores propios empezó a tener problemas de financiación de las actividades bélicas. Ferguson le discute a Keynes que los problemas financieros de Alemania tuvieran origen en las condiciones impuestas en Versalles y se acoge a la explicación monetaria de Friedman. La inflación es el modo más innoble que tienen los gobiernos de quitarle riqueza a sus ciudadanos. Como es un fenómeno monetario, basta con inundar de dinero el mercado para que las mercancías se encarezcan, el dinero vale menos y pagar las deudas públicas es más barato cuando vencen los plazos de los bonos del tesoro. En Argentina llegó a agotarse el papel para seguir fabricando billetes en 1989.

ACCIONES Y BURBUJAS

El siguiente invento para el progreso del dinero, lo fija Ferguson en la aparición de las empresas que unían a inversores para limitar la responsabilidad. Estas empresas emitían acciones que eran compartidas por los socios, cuya responsabilidad se limitaba al valor de esas participaciones. Los problemas empiezan en el mercado secundario es esas participaciones que son compradas y vendidas todos los días generando expectativas que pueden pasar de la normalidad a la euforia y la manía a la depresión. Es un mercado volátil en el que, de vez en cuando, aparece el fenómeno de las burbujas. Los compradores de un trozo de una compañía están apostando por la expectativa de que la empresa y sus acciones valdrán más en el futuro. Para que se den las burbujas tiene que fluir el dinero de país a país y debe haber crédito fácil, lo que involucra en este fenómeno a los bancos centrales. Las burbujas son el mejor ejemplo de que el ser humano no aprende de sus errores. Burbujas famosas citadas y descritas con todo detalles es la de la Compañía de Indias Holandesa (VOC) en 1598 y la que dirigió hasta su fracaso John Law. La primera tuvo tanto éxito al principio que favoreció la relación entre la tenencia de acciones de la empresa como garantía para realizar préstamos. El siguiente paso fue prestar dinero para comprar acciones creando otro tipo de economía en el que las mercancías y la tecnología asociada pasaba a un segundo plano, pues el tráfico de acciones se convertía en una cuestión de supersticiosas intuiciones e ilegales transmisiones de información privilegiada para las operaciones de compra y venta de valores. Había aparecido una economía que seguía sus propias reglas y lógicas. Entre ellas la guerra como herramienta. Jan Pieterszoon Coen llegó a decir » no podemos hacer la guerra sin negocios ni negocios sin guerra». En 1650 las acciones de VOC valían siete veces el valor original. En 1794 se hundió. Fue una burbuja gradual al contrario que la de los tulipanes en 1636. John Law creó una burbuja perfecta (casi una estafa piramidal) en su afán de enriquecerse y financiar a la corona francesa de Louis XV. De hecho se considera como la primera burbuja basada en expectativas no bien fundadas, sino creadas como ficción desde el principio. Creó la Compañía del Mississippi y la envolvió (en tiempos donde la información no fluía) en un emporio ficticio que llevó a los inversores de todos tipo a pelear por poseer acciones subiendo su precio espectacularmente. El hundimiento fue en 1720 y Law tuvo que huir. Francia cayó en una depresión que creó las condiciones de la Revolución en 1789. Después han habido sucesivas burbujas de la Bolsa que se manifiestan con caídas bruscas cuando nadie las espera, debido a que un día es suficiente para que tirando de un hilo se deshaga todo el pullover. Las dos más recientes fueron el crash de 1929 y la burbuja de las tecnológicas en los años 90. Otras han sido verdaderas estafas localizadas en empresas que son capaces como John Law de hacer creer a los inversores que su ascenso es imparable y eterno. Un caso ejemplar fue el de la compañía Enron en 2001.

MECANISMOS DE ASEGURAMIENTO

SEGUROS

La vida está ofreciendo continuamente circunstancias en las que individuos aislados o colectividades enteras sufren catástrofes que los enferman o arruinan. Si ahorrar para estar preparado para un eventual desastre es prudente, no siempre es posible alcanzar las cantidades que se requieren por sí solo. De ahí la necesidad de mutualizar los costos de una desgracia, pagando mucho y recibiendo sólo los que padecen. Aunque en el siglo XIV ya aparecen en algunos documentos menciones a operaciones de aseguramiento de mercancías, el invento de las pensiones en el sentido moderno fue de dos clérigos escoceses que quisieron que las viudas de los religiosos, que quedaban a su muerte en la miseria más absoluta, contaran con un pensión. Para ello crearon un sistema de pagos periódicos en vida de todos los clérigos acumulando un capital que permitía ocuparse de las familias a la muerte de los padres. En el siglo XVII el incendio de Londres, que destruyó 13000 viviendas puso en la pista a Nicolás Barbon de los seguros contra incendios y en la cafetería de Edward Lloyd se empezó entorno a 1670 a generar un mercado de seguros de navegación. Lloyd alcanzó tal nivel que en filo de la I Guerra Mundial tenía asegurados a la marina mercante de su enemigo. Los seguros de vida existen desde el medievo. Pero el desarrollo del concepto de riesgo y el uso de las probabilidades y la expectativas de vida en los cálculos actuariales pusieron las bases científicas del establecimiento de las primas. La expansión en la segunda mitad del siglo XIX de las ideas filantrópicas y la amenaza que el socialismo suponía para el régimen de imperios y monarquías con fundamento económico liberal, activó en 1880 de la mano del padre de la Alemania unida Bismarck, el primer mecanismo de aseguramiento de riesgos relacionado con la enfermedad y la vejez que alcanzó la escala del llamado Estado de Bienestar en el siglo XX y que hoy se está tratando de minar. Bismarck era coherente con sus ideas pensaba que si en las democracias también votan los pobres, se necesitan estímulos tangibles para obtenerlos. Los británicos siguieron el ejemplo en 1908. El economista socialistas Beveridge preparó el esquema que se aplicó en la posguerra de la II Guerra Mundial. Un sistema que, según, Churchill cubría «de la cuna a la tumba». Los estados se hicieron cargo porque en los períodos de guerr el mundo era demasiado peligroso para que las compañías privadas se hicieran cargo de asegurarlo. Pero el sentido de asegurar todo tipo de riesgos se había extendido tanto que con un equilibrado reparto, estados y compañías privadas cubren hoy en día todo tipo de riesgos. Un concepto que no se discute en sus objetivos, pero sí en los términos del reparto público-privado. Los partidos conservadores creen que lo que empezó como un sistema de aseguramiento a cargo del estado ha degenerado en una apropiación vía impuestos de capitales que le quitan dinamismo a la economía e, incluso, podría llegar a paralizarla. El experimento que a mayor escala ha intentado acabar con el estado de bienestar ocurrió durante la dictadura de Pinochet de la mano de José Piñera y los Chicago Boys educados con Milton Friedman. El cambio fundamental consistió en sustituir el sistema de pensiones, basado en que los trabajadores activos pagan las pensiones de los inactivos, por uno de capitalización en el que cada trabajador suscribe un plan de pensiones privado. El libro cuenta los detalles del experimento y las crónicas actuales el estado de satisfacción de los trabajadores que con el dinero en el bolsillo decidieron auto asegurarse. La economía de Chile se benefició de esa acumulación de capital en manos privadas. Está por ver la calidad de las pensiones  de los que suscribieron aquellos seguros.

DERIVADOS

LOS FONDOS DE COBERTURA (Hedge funds)

No acaba aquí los tipos de coberturas que la imaginación ha activado, más allá de los seguros y el estado del bienestar, para cubrir los golpes que nos esperan en el futuro. El último en llegar a este catálogo son los Fondos de Cobertura (Hedge Funds). Su origen conceptual llega de la agricultura en la que la incertidumbre sobre el trato que el clima puede dar a la cosecha, creó un mecanismo de aseguramiento que consiste en comprometer con un distribuidor, en el momento de la siembra, el precio al que se comprará la cosecha en el futuro cuando esté lista para el mercado. Es el invento del mercado de «futuros». Como este tipo de cobertura está relacionado directamente con un bien tangible, es una forma de derivado.

OPCIONES (Options)

Las opciones funcionan con el mismo concepto que los fondos de cobertura, pero en vez de fijarse de antemano el precio de una mercancía, en este caso lo que se anticipa es el precio de unas acciones. Hay de tres tipos: la call option, la put option y las swap. En la primera, el mecanismo es el siguiente: Al día de hoy, en el que unas acciones tienen un precio de 100 Unidades Monetarias (UD), se paga una cantidad por tener la seguridad de que, en un determinado tiempo, esas acciones puedan ser compradas por 150 UD, en la esperanza de que puedan llegar a tener un valor de, pongamos, 200 UD. El que paga por la opción no está obligado a comprar mañana, pero el que recibe el precio de la opción sí está obligado a vender. En la segunda el que compra la opción tiene el derecho, pero no la obligación de venderle las acciones al precio pactado al que ha cobrado por esa obligación. En el caso de las swap (intercambio) se aseguran las pérdidas por la caída de las tasas de interés de un determinado capital y, en su caso, las pérdidas por las caídas de interés de unos bonos.

BONOS CAT(ástrofes) (cat bonds)

Tradicionalmente las compañías de seguros se han cubierto de las grandes catástrofes mediante el mecanismo del reasegurar o mutualizar el riesgo entre muchas compañías del ramo. Pero una alternativa son los Cat Bonds. Estos bonos son emitidos por las compañías de seguros para evitar indemnizaciones que superen las primas cobradas de los asegurados cuando ocurre una catástrofe en un plazo pactado de antemano. Si la catástrofe ocurre, el comprador de los bonos paga a la compañía de seguros una cantidad fijada de antemano. Y, en compensación, durante el tiempo establecido, la compañía de seguros paga intereses al titular de los bonos sobre la cantidad acordada. De hecho el comprador de los bonos está «vendiendo» un seguro a la compañía de seguros.

LA SEGURIDAD DE UN HOGAR

Los mecanismos para financiar actividades o para asegurar bienes o valores no están siempre a disposición de los ciudadanos corrientes. Por eso es tan atractiva la idea de asegurarse el futuro siendo propietario de una casa, que es un valor en el que, además, se puede vivir mientras no llegan los problemas. Esa aspiración de las familias ha sido aprovechada en distintas épocas para operaciones financieras que no siempre han acabado bien. Ferguson cuenta la historia del juego del Monopoly como trasunto de la vida real, en la que, según el autor, no está claro que ser propietario de una casa sea una inversión segura. Para ello repasa la historia de las políticas para generalizar la propiedad de la vivienda en el Reino Unido y en Estados Unidos. Políticas que, cuando cuentan con la voluntad explícita de los gobiernos, despierta ambiciones de aventureros que aprovechan las facilidades de financiación propiciadas por las autoridades para movilizar a aspirantes que no siempre están en condiciones de hacerse cargo de las obligaciones asociadas a la devolución de los préstamos. En los años 80, el protagonista del desastre fue Danny Faulkner con su Save & Loan y, en los años 2000, Goldman Sach y sus hipotecas subprime. Si la crisis de S&L la pagaron los que la perpetraron con cárcel e indemnizaciones, pero los contribuyentes tuvieron que pagar 124.000 millones de dólares. Fueron encarceladas 326 personas. Unas consecuencias personales muy diferentes de las de la burbuja de los años 2000, que no tuvieron consecuencias personales, pues el desregulamiento previo de este tipo de operaciones, dejó impunes a los que diseñaron y llevaron a cabo el gran desastre. Es muy interesante también la historia que cuenta Ferguson acerca de cómo se aprovecharon algunos comprando a precios tirados las viviendas para futuras conversión en beneficios. En la crisis de los años 2000, la administración Bush impulsó la burbuja reduciendo los trámites para obtener la hipoteca y forzando a las agencias inmobiliarias (Fannie Mae y Freddie Mac) para que contribuyeran a la explosión crediticia para que insolventes compraran. El resto es una historia conocida.

EN RESUMEN

En el tramo final del libro, se hacen interesantes reflexiones sobre las consecuencias no previstas de la crisis de 2007, que casi atascó a la economía mundial por falta de confianza. Ferguson acaba su libro con interesantes detalles sobre las relaciones simbióticas entre China y Estados Unidos, pareja a la que llama irónicamente «Chimerica». Una relación en la que China, por su capacidad de ahorro y su explosión productiva y USA con su capacidad de compra y sus necesidades de financiación para sus aventuras bélicas, han formado un tándem de gigantes en las que parece que USA lleva las de perder.

Pero, además, Ferguson concluye que todos los mecanismos inventados desde la Edad Media para llevar al dinero más allá de su primera percepción como metal precioso y convertirlo en bonos, seguros, futuros o hipotecas, funcionan eficazmente para distribuir recursos. Por eso, el sistema de financiación occidental se ha extendido por el mundo, primero en forma de imperialismo y, después, en forma de globalización. Pero no es un camino de rosas, pues desde 1870 se han registrado 148 crisis de mayor o menor impacto. Crisis que tienen origen, en su opinión, en la mezcla de errores y sesgos de las decisiones de los individuos, a los que se suma la oscuridad que las emociones conllevan cuando la ambición de tener más o el temor de perderlo todo. Entre la euforia y la depresión caben todo tipo de reacciones que hacen tremar los gráficos económicos. Unas reflexiones que culminan en la idea de que la economía muestra rasgos propios de los procesos de la evolución biológica. Así la destrucción sistemática de empresas siguiendo una lógica evolutiva de selección natural elevada a selección con criterios económicos. Pero también analogías más fuertes como el carácter genético de los procesos de conformación de organismos desde la «genética empresarial» y la transmisión del conocimiento y formas corporativas, competición entre individuos, mutaciones, especificación y extinción.

Ferguson concluye que se piensa que la historia de las finanzas es el resultado de mutaciones institucionales y la selección natural. Pero también hay diferencias dignas de destacarse, como la asimilación de unas empresas por otras, o la inutilidad de la analogía sexual y su consecuencia reproductiva. Es decir, el parece potente la analogía, pero sin caer en la ingenuidad de creer en se puede pasar de la analogía a la identidad. Le preocupa la intervención del estado en la economía que, inevitablemente, ha producido la última crisis con sus extraordinaria importancia de los capitales afectados.

 

 

 

 

Las víctimas abstractas de la crisis

14 Jun 2013

Dado que esta crisis ha venido para quedarse es necesario pensarla una y otra vez para descifrar sus causas, sus estragos y sus salidas. No sólo en el Congreso de los diputados se debate sesudamente, también en los movimientos sociales y en los saludables paseos que las parejas dan todos los días. Todos convienen en que entre las víctimas de la crisis están las personas, pero también los conceptos. De las personas se están ocupando los medios de comunicación cada día mostrando la desesperación del que pierde su cobijo o la vergüenza, tan española, de hacer cola para un plato de comida. Pero, ahora, vamos a hablar de los conceptos que, como abstracciones aparentemente inútiles o inofensivas, condicionan nuestras creencias y orientas nuestras desnortadas acciones produciendo, tras su muerte, la desgracia de los seres humanos de carne y hueso.

Cuando el admirador de Cármide se batía con los conceptos en alguna apacible tarde ateniense de hace 2500 años no podía imaginar a qué lastimoso estado llevaríamos conceptos como belleza, valor o virtud. Su discípulo Platón dio carta de naturaleza a tres de ellos: verdad, bondad y belleza hasta convertirlos en la única realidad verdadera. Sin limitarnos a la célebre triada, que tanto dio que hablar y escribir hasta nuestros días, hagamos balance del estado de aquellos que más están sufriendo y, por tanto, aquellos cuyo deterioro más caro vamos a pagar por el carácter socialmente subversivo de su pérdida. Hablamos de la dignidad del individuo y las instituciones, la coherencia del comportamiento y la vergüenza o la culpa. Entre todos estos valores hay una relación pues todos están, en su versión positiva, ligados a la verdad y, en su versión negativa, anclados a la mentira.

Empezaremos por la verdad por su carácter globalizador. Naturalmente hablamos de la verdad en su sentido moral, aunque su sentido cognitivo o el lógico no están lejos. Al cabo, al hablar de verdad hablamos de dignidad, coherencia, vergüenza y responsabilidad. Emmanuel Kant, emulador de la claridad de la ciencia de su época, separó a la verdad, la moralidad y la belleza con tanto vigor que su genial síntesis posterior, en un requiebro intelectual del que todavía vivimos, no ha conseguido evitar la diáspora de valores. Su pretensión de separar la verdad de la moral, perseguía quitarle a la ciencia el abrazo asfixiante de la religión que le impedía volar libre para aceptar con Emily Dickinson, que “the brain is wider than the sky”. Pero, esa separación hace creer a la racionalidad neoliberal que no puede ser neutralizada por ninguna regla moral, pues cree estar tratando con una realidad que impone sus reglas objetiva, como la física de Newton se debía imponer a cualquier estudioso de buena fe. Por tanto, ningún obstáculo moral es pertinente.

La verdad es sobretodo coherencia entre dos polos, el subjetivo y el objetivo. Hay verdad cuando el testimonio y los hechos de corresponden. Hay verdad cuando una teoría explica todo lo que se experimenta, a la espera de una refutación. Se sabe qué es la verdad cuando el que falta a ella experimenta el sentimiento de vergüenza y culpa, ese trasunto del dolor físico que avisa del fallo moral. Las personas que no experimentan dolor físico acaban mutiladas, las que no experimentan culpa acaban perdiendo toda referencia interna y ya sólo atenderán a la coacción externa.

Una vida se entiende verdadera cuando hay conformidad entre lo que se piensa y lo que se dice (sinceridad) y entre lo que se dice y se hace (coherencia). La vida verdadera lleva a la dignidad como comportamiento decoroso y a la responsabilidad como capacidad de aceptar las consecuencias de los actos. Por tanto, cuando se comete una falta se siente turbación (vergüenza). De modo que dignidad, coherencia, responsabilidad y, en definitiva, verdad constituyen el conjunto de valores morales que suavizados por el humor dan soporte a una vida auténtica al servicio de la sociedad.

Sin embargo, en esta crisis nos encontramos con que en el comportamiento y el discurso de quienes debían haber cuidado de sus ciudadanos, sus afiliados, sus feligreses, sus empleados y sus depositantes sólo hay una total ausencia de verdad. Ausencia que ha alcanzado un grado tal de profundidad que está perturbando hasta el paroxismo el orden moral. Y al hacerlo, no sólo dan una clase perversa de cómo actuar que neutraliza cualquier pretensión de formación civilizada a los jóvenes en escuelas y universidades, sino que con su comportamiento protervo han minado los pilares de la civitas, de la polis. Veamos con detalle como ha ocurrido.

Primero, se ha actuado sin sentido de responsabilidad, es decir de las consecuencias de unos actos en los que se utilizaban los poderes de los responsables políticos al frente de las administraciones para beneficiar a terceros que cerraban el círculo compensando al político. Si la responsabilidad es aceptar las consecuencias de los actos propios, estos extraños representantes de los intereses generales, han actuado como si nunca tuvieran de rendir cuentas.

Segundo, para lograr sus fines, han convertido en norma de comportamiento la más descarada clase de incoherencia con un flagrante divorcio entre los que se prometía y lo que se ha acabado haciendo desde hace, al menos, treinta años, como si, contra toda razón, democracia y verdad fueran antagónicos. Es oportuno recordar aquí que en el contexto de judaísmo la verdad es sinónimo de cumplimiento de las promesas. Lo que a su vez es la fuente de la confianza. El Gal, Filesa, la apertura irresponsable al capital ajeno a partir de 1996 que sacó al país de su quicio, las negaciones lunáticas de las causas del atentado por antonomasia y las negaciones falsarias de la madre de todas las crisis han producido la sensación de pérdida de la razón en nombre de la razón misma.

Tercero, la reacción de los individuos pillados en falta negando sentir vergüenza, culpa o sufrimiento alguno por haber quedado en evidencia y su anuncio a voz de grito de que “duermen tranquilos” y que “tienen la conciencia tranquila” produce perplejidad. Declaraciones que ponen de manifiesto que la conciencia no es un testigo fiable para dirimir sobre la moralidad del comportamiento propio.

Cuarto, una vez encontradas las razones para no sufrir moralmente por la acción destructora de la culpa o la vergüenza, llega el momento del cinismo de la más absoluta desvergüenza y del más obsceno de los descaros. Es el momento de proclamar versiones delirantes y lunáticas de hechos sucedidos delante de toda la sorprendida ciudadanía. En ese estado moral se comprende que no se contemple la dimisión propia.

Todo este conjunto de valores negativos, este total desprecio puesto de manifiesto por nuestras élites, que, en ningún momento han merecido el carácter de aristos (los mejores), está destruyendo de forma devastadora los cimientos de nuestra sociedad. La escandalosa impunidad de este comportamiento produce desolación.

Entre las muchas razones que los especialistas han dado para explicar el cainismo del ser humano la más original que he leído nunca es el hartazgo. Esta tesis fue enunciada, con gran discreción y humildad en un libro para niños por un historiador del Arte, Ernst Gombrich. Un historiador del arte austríaco que declaró sentirse avergonzado de haber nacido en un siglo que consideró la fontaine de Duschamp una obra de arte y que en su biografía incluyó el testimonio de su hermana de que un condiscípulo suyo no tenía buen oído (se trataba de Schoenberg). Alguien, en definitiva, que no dudaba en ver al rey desnudo si realmente lo estaba. El hartazgo se da cuando la comunicación desaparece. La violencia siempre aparece cuando no hay palabras o cuando éstas han sido pervertidas hasta la corrupción aniquiladora. La hermenéutica moderna nos pone ante la dificultad de interpretar el mundo y, dentro de él, a todos y cada uno de los seres humanos. Pero una cosa es considerar la tarea de vertebrar de buena fe el significante y el significado como infinita y agotadora y otra, muy diferente y letal, proclamar que ha llegado la era de la desvergüenza, la ausencia de culpa, la irresponsabilidad vehiculadas por la sagrada palabra. La palabra en la que está basada la promesa y, por tanto, la verdad. Cuando esos rostros estólidos nos mienten con cinismo destruyen el tejido que nos cose y la osamenta que nos vertebra. Las comisuras de sus labios nos dicen de sus jesuíticas fintas mentales para conseguir el complejo fenómeno de no decir lo que es, no convencer a nadie y, sin embargo engañarse a sí mismo (a) forzándose a creer que eso es lo que hay que decir para cumplir con el doloroso deber de salvar a la sociedad contra la propia sociedad. Y, ello, cuando todas las evidencias apuntan a la misma basura de siempre: salvar el propio pellejo y el de la tribu a la que se pertenece.

Los conceptos y sus palabras asociadas son las víctimas abstractas de esta crisis. La traición a los conceptos en todos los ámbitos del Estado no produce efectos menores. El desgarro es ontológico y desune a la sociedad, que se vuelve peligrosa para todos, depredados y depredadores. La distorsión entre palabras y conceptos aceptados, la mentira en definitiva, favorece la llegada de la irracionalidad al producir la demencia general porque deja de proporcionar a la mente humana su alimento más preciado: el significado cognitivo y moral de su existencia. Una quimera, pero una quimera que hace posible la vida social a la espera del desvelamiento final para unos o la continuidad de la tarea de Sísifo para otros.

 

Todo debe fluir (menos lo mío, que soy liberal)

14 Jun 2013

Desde hace siglos los pensadores se ha debatido entre una concepción fija, rígida del mundo y otra dinámica y flexible. Desde la ciencia al Arte y desde el mundo de la vida al intelectual o económico esta dicotomía se ha reflejado de diversas formas. Baudelaire en el siglo XIX definía famosamente la modernidad como “lo transitorio, fugitivo y contingente, que es la mitad del arte, cuya otra mitad es lo eterno e inmutable” (por cierto, faltaría lo necesario como opuesto a contingente). Pero mucho antes (2500 años, quizá) Parménides porfió con la diversidad y dinámica de la realidad percibida confinándola en un ser único, eterno, infinito e inmutable. En definitiva, la apariencia inquietante e inexplicable se combatía con la serenidad de lo estable. Todavía hoy el clasicismo se presenta como cura del tráfago diario. La puesta de sol como el reposo del día agotador. Al límite, la muerte frente a la vida. Esta querencia del ser humano por el reposo en lo físico y la serenidad en lo anímico se equilibra por la búsqueda incesante de acción para buscar la novedad que dé respuesta a las necesidades y a los interrogantes más profundos del alma humana. Esta polaridad es, a su vez, un clásico como tema en psicología (Tánatos y Eros), en el Arte (Figurativo-Abstracto), en la ciencia (Física del absoluto-Física relativista) o, aún, en la filosofía (Metafísica-Postmodernidad) y si me apuran en la educación (Docencia pasiva-Docencia activa) y en el trabajo o el tráfico (Seguridad-Libertad).

Sin embargo, la física nos informa sobre la inexistencia del reposo metafísico. Cuando se dice que algo está en reposo, en realidad se quiere decir que se mueve con el observador. Nada descansa, ni nada debe descansar, pues existir es estar en proceso continuo. Pero ésta cansada condición de lo real no es compatible con el ser de la psique humana que requiere un ciclo equilibrado entre acción y descanso y su correlato igualmente equilibrado entre riesgo y seguridad.

Lo que justifica estas reflexiones es la constatación de que lo que emerge ahora con una potencia no advertida en el pasado, para pasmo de la mayoría, es esta misma dualidad pero ahora en el ámbito de la economía. La necesidad de tranquilidad de individuos y familias para trabajar y descansar de forma productiva y serena se ve amenazada por una versión del liberalismo económico que puede destruir las esperanzas de una sociedad avanzada. Esta ideología nos propone que actuemos como partículas físicas estadísticamente sustituibles sin consideración alguna a la condición específica, idiosincrática, de la humanidad. La propuesta es que todo fluya. En imitación de la naturaleza nada permanece, todo cambia en un infinito baile con el resto de variables económicas. Cada individuo, cada día debe tomar decisiones que lo pueden llevar a la ruina y al paro sin compasión o la riqueza, ambos provisionales. Intereses, acciones, inflación suben y bajan en una imprevisible evolución resultante de las decisiones de millones de personas en sus tabletas cada noche al regresar del trabajo. Ir y venir de valores y patrimonios en un juego vertiginoso y mortal para los perdedores. Perdedores que sólo dispondrán de su cuerpo como última recurso que hipotecar. Juego cuántico de partículas humanas que no descansan nada más que aparentemente entre el estrés y la euforia de la victoria sobre otro más débil o distraído. Desconfianza entre seres humanos que miran de soslayo a sus congéneres como potenciales rivales en la disputa de lo elemental. El capital va de unas manos a otras, no descansa en un irracional (nunca mejor dicho) vaivén cuyo residuo último es la productividad de mercancías para mantenerse vivo para la muerte diaria. Un mundo en el que los medicamentos más perseguidos serían los ansiolíticos. Un mundo neo hobbesiano.

Esta escena del inferno liberal, que los ingenuos consideran la vida social más natural, tiene en la práctica un fallo, el mismo que tiene la utopía simétrica, aquella del eterno descanso en la protección de un sistema estatal a ultranza. El fallo es que unas pocas unidades, aquellas que consiguen dominar los resortes del poder y que con la mayor energía y entrega postulaban la ideología de la acción y el riesgo, en realidad, sólo la piden para los demás. En cuanto consiguen acumular riqueza en forma económica o política, pierden todo interés en el riesgo propio y sólo siguen defendiendo el riesgo ajeno. Afianzan su posición y dónde antes rechazaban toda protección estatal, la exigen para sus capitales; donde antes proponían la competencia, practican el cartel; cuando consideraban la igualdad de oportunidades una piedra angular de la vida social, pasan a defender la herencia; donde consideraban el esfuerzo personal como fuente de todo derecho, defienden el nepotismo con su prole; cuando consideraban la transparencia el fundamento de la competencia leal, ahora corrompen a los auditores para alterar evaluaciones y parámetros básicos para valorar activos y patrimonios.

En definitiva, un liberalismo asimétrico que muestra su auténtica faz, la de siempre, la del dominio económico, financiero y político para protegerse con gruesas capas de bonus, dinero en efectivo y propiedades de su miedo a la incertidumbre y a la muerte. Irracionales premios a la más absoluta ineficacia en la gestión del capital mundial cuyo único fin legítimo, a pesar de todo, es la vida digna del mayor número posible de seres humanos. Los tiempos actuales han mostrado que la mano invisible de Smith no contribuye al interés general. Es hora de aceptar una nueva concepción de la dinámica social. Hay que aceptar una concepción de la naturaleza como proceso incesante. Pero un objeto familiar encima de nuestra mesa es un proceso incesante y, sin embargo, su presencia aparentemente inerte nos tranquiliza. Se puede afirmar la acción permanente sin negar el reposo. Esto es así concibiendo el reposo como movimiento simultáneo. Traducido a los social se trata de una vieja amiga: la justicia social. Cuanto mayor sea la diferencia social y peor funcione el ascensor social mayor sensación de movimiento se generará, pero hacia el desastre. El reposo es necesario porque la ansiedad como indicador de eficacia es un error que sólo residuos de formas arcaicas de ejercicio del poder del hombre sobre el hombre pueden explicar. El ser humano puede ser muy eficaz cuando percibe que el resultado de su esfuerzo tiene un propósito. Si la naturaleza no es teleológica el ser humano sí. Su fin es él mismo y, ahora lo sabemos, en armonía con la naturaleza de la que procedemos y formamos parte inexorablemente. Esta doble meta no es posible si se permite que los apóstoles de la ansiedad y el riesgo ajeno con el único propósito de vivir vidas serenas y seguras de forma exclusiva y excluyente impongan su parecer en nombre de una libertad de acción hipertrofiada.

Isaiah Berlin ya avisó del peligro de que unos valores prevalecieran respecto de otros. Enunció una especia de ley de la conservación del espacio axiológico, según la cual si uno de valores (como la libertad) se impone sin equilibrio sobre los demás (como la justicia o la compasión) el mundo irá mal. ¿Qué se puede hacer? 2500 años después de que Heráclito advirtiera el incesante flujo de la realidad y de que Parménides intentara congelar el flujo con el poder del concepto la solución no puede ser ya ingenua. Se ha sucedido todo tipo de propuestas políticas que ahora corren peligro de ineficacia por el poder desarrollado por los factores económicos a lomos de las tecnologías de comunicación. Tecnologías que han mostrado su cara deletérea al servicio de los movimientos del capital y su cara opiácea en forma de entretenimiento y como amortiguador de la frustración de la mayoría. Tecnologías a cuya brillantez tenemos que acostumbrarnos pronto para no ser deslumbrados y poder reorientarlas hacia los intereses de la gente. Tecnologías que nos han metido en el problema y han de sacarnos de él. Para ello, los líderes sociales han de aceptar jugar en el mismo campo impuesto por los hobbesianos. Es decir, a la continuidad del movimiento de los parámetros económicos, hay que oponer la continuidad de la voluntad de cambio del rumbo social. Se trata de comprender el mundo moderno y aplicar esa interpretación a los intereses generales.

Esto supone combatir la economización de la vida que corrompe cada día con la mera presencia de datos macroeconómicos cuyo objetivo es el sometimiento a la fuerza de las cosas y con la imparable intromisión de la publicidad en los espacios sagrados de la información. No digamos con la grosería insoportable de la entrega a un poder corrupto de la intransferible capacidad de legislar para conseguir islotes de entretenimiento lúdico y pornográfico. La economía tiene que volver a su lugar natural de soporte de los fines sociales controlada por la voluntad política entendida como construcción de la polis, fuera de la cual no hay salvación. La ideología neoliberal pretende precisamente expulsarnos a la naturaleza, contradictoriamente, contra natura, pues el hombre es un ser social. Convertirnos en materia manejable llevándonos a todos (ellos, pobres incultos, incluidos) al desastre colectivo.

Desde este punto de vista, es ejemplar el caso de las tres jóvenes rusas que nos llaman a la acción sonriendo. Es necesario recobrar el espíritu del 15-M (en situación de cesante) y volverlo incesante, presente en cada rincón del poder, invitando a la lealtad a la ley y a los intereses generales, pero no permitiendo que la ley se pliegue a intereses bastardos como consecuencia de la abstención. La abstención es la peor forma de reposo. Es la muerte de la polis, es la muerte social. Los seres de Lovercraft emergerán de sus húmedas tumbas por lo orificios que deje nuestra discontinuidad, nuestra falta de flujo permanente para exigir justicia y ley. Acción pacífica pero incesante, para fatigar la resistencia de los que se empeñan en vano en construir un mundo eterno e inmutable de explotación sobre la realidad mutante de una sociedad sorprendida en su buena fe por un tropel de insaciables.

Máster en economía

28 Abr 2013

Los economistas siguen escribiendo libros que impúdicamente publicitan en los platós y en las tertulias radiofónicas. En ellos nos dicen lo que ya les dice la nómina a los que todavía la conservan y lo que saben los parados hasta cuando logran que no se les quiebre el sueño. Todos sabemos lo larga que se hace la noche por un problema nimio cuando alcanza el carácter de obsesión sin fundamento objetivo, cómo será si la causa es haber pasado en poco tiempo de una normalidad social a la exclusión. Los economistas viven de explicar lo sabido: que la contracción trae depresión o, si están a sueldo real o moral de los tenedores del capital, de contarnos extrañas historias de algoritmos en los que no entra el sufrimiento. Ya se decía en 2008, cuando nuestro lunático presidente a la sazón negaba como un creacionista inculto o se dice todavía, cuando el actual presidente se esconde porque la táctica de la negación ya ha sido arrumbada por inútil. Ahora la nueva herramienta es el discurso barroco. Un discurso que produce risa hasta a ellos. Siempre recordaré el «de qué se ríen ustedes» de la Manjón en el Congreso de los Diputados.

Tiempos crueles donde se ataca a lo material y a lo inmaterial. Tiempos en los que ya no queda ni siquiera el consuelo de vivir la desgracia de forma inteligente, sino que hay que soportar el cinismo perruno (expresión redundante pero oportuna) de unos gobernante que rayan la impudicia y la debilidad sólo explicable por la estupefacción que en los tejidos cerebrales produce la pérdida no explicada o la culpa insoportable de una oposición que ya no merece el nombre, pues es una «dejación». El líder de la dejación está bloqueado por su pasado y los que le acompañan a ninguna parte están bloqueados por su temor a ser desplazados antes de tiempo. Los ciudadanos estamos cursando un máster de economía no oficial que nos permite comprobar que la estupidez de los gobernantes, primero, convirtió a la sociedad española en créditomana y, luego, le niega la metadona. La sacó de su crecimiento natural para lanzarla a producir objetos innecesarios para que los promotores políticos o financieros cobraran sus comisiones. El batacazo era previsible, pero no había red, de hecho no la hay todavía. La única solución que encuentran es correr hacia la zanahoria del déficit que se aleja atada al palo de su larga nariz de mentirosos. El déficit, que es un indicador relativo, que es una diferencia y que llegará a cero cuando no haya ni ingresos ni gastos, en efecto. Olvidan los valores absolutos de gente real tirada a la cuneta y empresas reales dejadas caer a pesar de que saben hacer bien cosas necesarias. Y ellos, en sus clubes financieros en las alturas o en las Cámaras Bajas, entre susurros de alpaca y frotando con sus pies la moqueta de los pasos perdidos, creen estar fuera del alcance protegidos por jóvenes atrapados en sus uniformados y precarios sueldos.

Salga a la palestra, señor presidente. Explique con su cualidad más apreciada (el sentido común) lo que pasó (y no empiece por la herencia, que usted ya tiene la suya y todos los presidentes han sido españoles que sepamos), lo que pasa y lo que debemos hacer para volver como sociedad a una vida austera, sí, pero sin excluidos. Una vida respetuosa con el planeta y sus limitaciones. Una vida culta que disfrute de la excelencia de nuestros mejores en vez de enviarlos al exterior entre risitas de neofranquistas. Volvamos, en definitiva, a la vida y empujemos a las ciencias descriptivas como la economía a su papel instrumental y quitemos a los nuevos corsarios sus bajeles, no si antes haberlos encarcelado en las mazmorras rodeados de libros de economistas de medio pelo.

El moisés de la izquierda se ha perdido en el desierto

28 Abr 2013

La socialdemocracia ha dejado pasar un tiempo precioso (treinta años) sin generar ideología puesta al día en un mundo que ha cambiado radicalmente. Improvisar no es fácil. Me gustaría saber qué ha producido el Think Tank de Caldera. Una fórmula de externalización del pensamiento que los partidos de izquierdas han copiado sin éxito conocido de la derecha americana, que sí ha logrado el éxito sin precedentes de que los desfavorecidos voten a los desfavorecedores. Y, además, con unas ideas muy simples, jueguen a la loteria económica que le puede tocar. Sin embargo, la izquierda arrastra una pesada historia de redención laica del género humano que no han sabido convertir en el lenguaje light que el común puede asimilar hoy en día. Sobre todo en una época en la que la tecnología ha conseguido que la mayoría crea que puede vivir como la minoría. Un verdadero logro hasta que alguien ha caido en la cuenta de que se consume más energía de la que se produce. Una situación deficitaria que se ha mantenido a base de una deuda demencial para sustituir poder adquisitivo por capacidad de crédito mientras la ficción no fue desenmascarada. ¿Qué puede ofrecer la izquierda sin control sobre los mecanismos económicos si no es para la complicidad o la complacencia? El fervor de antes se basaba en la revuelta social y el martirio, pero ahora está «el clásico» o las series televisivas para impedirlo y, no menos importante, la deriva de los medios de comunicación hacia el publicismo más o menos encubierto y los colorines de moda y glamour. ¿Cuánto tendría que degradarse la vida cotidiana para que la ira surgiera? ¿Y quién desea los dies irae? Aún hay margen (el móvil, el coche, la tapa en el bar, el hotel playero de 40 euros la noche para un puente increible en un país en quiebra, etc.). Si todo eso se acaba ya veremos. Luego quedaría la familia y luego cáritas y, al final, muy al final, llegaría, si es el caso, algún alocado motín que, en su caso, dudo que liderara el psoe (con minúsculas). Pero intelectualmente la izquierda está bloqueada y sin voces fuertes, rotundas, morales, imparables en su verdad. Sanpedro es una voz que cumple esas condiciones pero el ruido mediático hace que se olvide hoy las voces de ayer. La derecha lo tiene muy bien urdido todo porque ha conseguido que aspiremos a volver a la comodidad, pero no a una mirada nueva sobre el mundo. Creo que la izquierda ya no puede ofrecer sólo sentimiento. Debe ofrecer salidas morales económicamente bien fundadas. El planeta se agota y sólo la suma de conocimiento y solidaridad puede funcionar. Para eso hace falta una generación campeona (como esos jóvenes que nos dan tantas alegrías en los deportes) que aúne ciencia y potencia moral ejemplarizante. No melifluos políticos para cuyos cuellos no hay talla de camisa. Voces cultas y hábiles. Voces duras y compasivas. Pero sobre todo es necesario que alguien tenga el valor de acostumbrarnos a la verdad. A que los paraísos artificales son la perdición de las generaciones futuras, que sin caer en los monótonos y odiosos trajes grises de los antiguos chinos, nos convenza de la necesidad de aceptar una vida cuya sofisticación sea proporcional a las posibilidades de cada época. Unas voces capaces de evitar el escándalo del ejemplo negativo del consumo obsceno de los que acumulan usando mecanismos cuya virtualidad es convencional y, por tanto, objeto potencial de control legal. Una alianza entre la inteligencia y la voluntad (también cabe la belleza) más allá del uso de twitter y de las torpezas de cada día. No más espectáculos de un presidente patético reuniéndose con la beautiful people empresarial en La Moncloa de 40 en 40 para que, en un apartado, le pidan un indulto vergonzante. En fin hay tarea y hay desierto. ¿Dónde está nuestro Moisés?