No es todo Sorolla, pero era ya un pintor maduro, al que el pincel le iba solo. Es la primera década del siglo XX. Algunos cuadros son contemporáneos de las famosas pinturas para la Hispanic Society of America, que tuve la fortuna de ver cuando pasaron por Málaga. El caso es que tenemos en Murcia, en el MUBAM, un buen número de pinturas del Sorolla paisajista. Apenas hay figuras humanas. Bosques, peñas, cumbres, arbustos, planicies, trigales, laderas, horizontes abiertos, en otoño, en invierno, tormentas y cielos despejados. Ahí a la mano.
Además de los óleos, hay unas cuantas fotos que muestran lo verista de su arte. Nada de montajes de estudio: nada más que campo, taburete, tela, el o los pacientes modelos, a caballo, de pié, catedralicios, murales, vegetales. Deliciosas fotografías que muestran el sacrificado arte del paisajista. Me ha gustado ver la de Burgos nevado, la foto y el resultado final. Un pintor con los dedos helados pintando con firmeza la trémula piedra de la catedral. También es emocionante comprobar que los famosos cuadros de la luz mediterránea en las playas se pintaron mientras sonaba el rumor del mar y los gritos de placer de los niños. Lo que no sé es cómo conseguía que sus modelos se estuvieran quietos, aunque el premio fuera la inmortalidad.
Este es el manifiesto de la exposición:
El regeneracionismo español de principios de siglo XX quería sacar al país de su postración imperial. Sorolla como Falla o Albéniz, Emilia Pardo Bazán, la Institución Libre de Enseñanza y el que se reconoce como promotor del nuevo espíritu Joaquín Costa, querían recuperar la autoestima nacional cada uno desde su plataforma estética o política. El paisajismo, pintado al natural, era una forma de recuperar la noción de país diverso y atractivo. Y eso hizo Sorolla, hollar con sus piés todo el territorio armado de su pincel como muestran las fotos de la exposición:
Aquí se ve al pintor en Burgos en plena nevada. Y este fue el resultado:
Especial interés tiene el registro pictórico que hizo Sorolla de los tipos hispanos por encargo de la Sociedad Hispana de América fundada por Archer Milton Huntington en 1904. Las fotografías que siguen son de dos posados para los cuadros de Sorolla en torno a 1914.
En la siguiente fotografía se ve al jinete incorporado a la obra final:
Como se puede comprobar en la foto que sigue, la sede de la Asociación tiene una sala dedicada a estos cuadros costumbristas que es una «capilla sixtina» del arte español. Una hazaña, la de Sorolla, que mermó su salud y, quizá, favoreció su temprana muerte por un ictus que sufrió en 1920 con 57 años, aunque murió postrado tres años después.
Ahora una serie de paisajes, escogidos entre los que figuran en la muestra:
Sorolla tiene como referencia cercana a Fernando de Haes, pintor de origen Belga que emigra a España y se convierte en un referente del paisajismo del natural español. Él trae a España los últimos coletazos de arte pictórico europeo preimpresionista. Véase una muestra de Haes:
Finalmente, el contrate entre el pintor en la playa y el resultado final de uno de sus luminosos cuadros de la costa mediterránea:

Merece la pena pasar una rato en el MUBAM disfrutando de la obra del Sorolla que nos ha visitado.