La energía se concentra y nos da la materia, la materia se activa y se licua. La activamos más y se gasifica. Un empujón adicional y se jubila. En estas estoy yo. Sin que mi entorno haya cambiado mi situación es otra. Tan otra que hoy primer día de mi jubilación todas mis partículas me preguntan ¿y ahora qué?
Pues ahora, queridas partículas, vamos a dedicar todos los esfuerzos que resten después de la prioritaria dedicación a la familia y los amigos, a los que debemos tiempo, a la reflexión filosófica que pudo ser nuestra vida y fue relegada por la ingeniería legítimamente. Una vida dedicada a ejercer como Arquitecto Técnico, primero; como director de un laboratorio de ensayos, director de una organización nacional de la Arquitectura Técnica y profesor universitario, después, no dejó prácticamente tiempo para ejercer la filosofía.