La marcha de granaderos es el himno nacional de nuestro país desde el siglo XVIII, con la excepción del bienio liberal y los dos periodos republicanos. Nunca ha tenido letra y hay versiones marciales y sinfónicas. La música no está discutida y, en cuanto a que tenga letra o no, es una discusión abierta que no debe avergonzar, porque hay países sin himno oficial que utilizan por tradición determinadas composiciones como el caso de Inglaterra o Dinamarca. Quizá algún día alguien dé con la clave y consiga popularizar una letra que coincida con la sensibilidad de la época de forma mayoritaria.
El caso de Inglaterra es curioso por su pragmatismo. Tienen tres himnos: God Save de Queen, que alternativamente fue y será God Save de King, por la razón obvia de que era una época en la que reinaba Jorge II, Jerusalem, y Land of Hope and Glory (la famosa marcha de Pompa y Circunstancia de Elgar). De la que se utiliza más habitualmente hay también una versión en francés para el Quebec. Y desde luego, la más vibrante no se ha propuesto nunca para representar al país, pero sería demoledora, especialmente cuando jugarán contra Portugal o España por la rivalidad en los mares. Se trata de la conocida Rule Britannia. Se ofrece la cómica versión de los Proms de 2009. Esta proliferación de buena música de los británicos, nos ofrece un camino, dado el extraordinario acervo de buena música de los compositores españoles de todos los tiempos. Piénsese que el «himno» de la compañía sueca Nokia es el Gran Vals de nuestro compatriota Francisco Tárrega (1852-1909). Ingleses y franceses tienen los himnos más reconocibles, uno es un canto a su firme tradición monárquica, mientras que el de Francia es un canto preparatorio para la degollina revolucionaria antimonárquica. Precisamente en 1792 se está gestando el llamado periodo del terror de la revolución.
Los países sudamericanos y centroamericanos tienen himnos sangrientos concebidos en la época de lucha por la independencia del Reino de España a mitad del siglo XIX. En el de Uruguay hay una alusión a «los Orientales» que se refiere al hecho de que este país fue originariamente República Oriental de Uruguay en alusión a su posición geográfica y los avatares bélicos de la descomposición y recomposición de países tras las victorias de Simón Bolivar y otros próceres contra el ejército de la monarquía española. Los himnos de Argentina y el muy cursi de Colombia se conciben en el mismo caldo de cultivo de la libertad republicana que, más tarde, heredaría Italia. Brasil igualmente vivió esa reivindicación, en este caso respecto de la corona Portuguesa. El himno de México es muy bélico porque nace en el libertario siglo XIX con letra de un mexicano y música de un español, aunque fuera oficializado en 1943. Todos los intentos de suavizarlo han fracasado hasta ahora, pero hay que entender el contexto de guerra contra el poderoso vecino del Norte que le disputaba y le arrebató Texas. La letra se escribe en tiempos del dictador Santa Ana.
El himno de Portugal es de principio del siglo XX y recoge la rebelión del espíritu nacional portugués contra la soberbia inglesa en la competencia entre imperios en África. De ahí la letra estimulante al sacrificio sin contrapartidas ante los intereses supremos de la Patria.
Bélgica por su parte, la pobre, viviendo siempre entre gigantes no puede hacer otra cosa que aferrarse al Rey y pedir libertad. Son ejemplares los himnos de los países nórdicos que son canciones pacíficas y candorosas sobre la belleza de sus paisajes. Por eso, confunden a sus rivales y, de vez en cuando, dan un susto, como cuando Dinamarca ganó la Eurocopa en 1992. El alegre himno Italiano es hijo de su época, la de la unificación liderada por Garibaldi, llena de entusiasmo por una patria por construir. El himno alemán surge también en plena unificación con Bismarck, pero su música es con la del himno inglés, una de las más conocidas, lo que no debe extrañar por la calidad musical de ambas. En este caso con la firma del austríaco Joseph Haydn, que la compuso en 1797 en honor de su emperador. La letra es de 1841 y expresa una cierta ambición imperial con su conocida primera estrofa y la necesidad de la unificación del atomizado territorio germano. Esta letra también lleva una letra de un ilustre: el libretista de Richard Strauss, Hugo von Hofmannsthal, autor de la celebre Carta a lord Chandos.
El de Suiza es un salmo y, como en los países nórdicos se alude a la belleza del país y, en este caso, atribuida a Dios, que es a quien está dedicado. En la actualidad hay una iniciativa para un nuevo himno que se resolverá en un referéndum. Japón se somete a la divina monarquía y punto. Es el himno más corto, pues sólo tiene una estrofa. Aquí no se reclama libertad, sino sumisión. Un poco como en el himno inglés. Las transformaciones brutales de la política de Rusia en el siglo XX, los ha traído hasta el siglo XXI con la necesidad de tener un himno distinto de la Internacional. El actual ha sido al gusto del Zar Putin I y está en el aroma nórdico de elogiar a la patria y el aroma suizo de encomendarla al Señor.
Como se puede comprobar, entre los himnos nacionales de las naciones que dominan el fútbol mundial hay cuatro grupos principales: los monárquicos (Inglaterra, Japón, Bélgica); los republicanos independentistas (Argentina, Colombia, Brasil…), los unionistas (Italia y Alemania), los bucólicos nórdicos (Dinamarca, Suecia, Suiza y Rusia). En general los himnos son reivindicaciones contra los grandes imperios (España, el Reino Unido, Estados Unidos) o elogios de los imperios a su propia gloria.
Entre los países africanos sólo figura Marruecos. Esperaré al siguiente mundial pues todavía no se han consolidado como potencias futbolísticas. Aunque sospecho que sus himnos tendrán que ver con el proceso de descolonización de los estados europeos y las relaciones que ahora ahora mantienen con los antiguos explotadores. En cuanto a Asia, vemos la posición monárquica de Japón y la sutilmente anti japonesa de Corea del Sur. En este país, la música actual de su himno fue compuesta en España por Ahn Eak-tae en 1937 (vaya momento) para una letra de 1900 que se cantaba con una composición escocesa (Auld Lang Syn). Son cosas de los avatares nacionales que los futbolistas normalmente no conocen de su propio país para que el cerebro no le dispute a los músculos ni un mol de oxígeno o azúcar.
España pertenece al grupo monárquico y su himno es una marcha real, pero nadie le puso letra o, al menos, nunca se han aceptado ni la de Pemán, ni la de Marta Sánchez, con lo que cada uno puedes usar esa música para experimentar los sentimientos que quiera (monárquicos, republicanos, independentistas, bucólicos). Digo independentista porque será más raro que en nuestro país alguien lo use para sentimientos unionistas, pues el país, al contrario que Italia o Alemania se parte de una situación monolítica y no se sabe hacia dónde se camina. La ventaja adicional de la no letra del himno de España es que puede escogerse el sentimiento que se transmite al contrario. Por ejemplo el 1 de julio de 2018 se cantó con tan poca gana que se invitó a Rusia a una ataque a ultranza. Sin embargo en la final del mundial de 2010, los holandeses ya empezaron asustados al «escuchar» con la energía que Piqué, Puyol y Xavi Hernández cantaban con la mirada el himno sin letra. Busquet nunca pone entusiasmo y Ramos siempre lo pone, con lo que no da pistas.
Por otra parte, dado que desde el punto de vista musical, hay dos tonos fundamentales: Mayor y menor, sería interesante saber en qué tono están compuestos los distintos himnos. El primero inspira sentimientos de alegría y entusiasmo y el segundo de nostalgia y tristeza. . El vídeo que sigue es de Jaime Altozano, un joven músico que explica interesante cuestiones musicales en relación con el himno de España, al tiempo que muestra fragmentos de la interesante y extensa cita que el músico ruso Mili Belákirev hace en 1857 de nuestro himno en su tema Obertura sobre el tema de una marcha española.
LOS HIMNOS
A continuación figuran los enlaces a los distintos himnos con una estrofa de cada uno que, en mi opinión representa su espíritu. Están en orden alfabético.
Larga vida a nuestra noble Reina,
Dios salve a la Reina;
Que la haga victoriosa,
Feliz y gloriosa,
Que tenga un largo reinado sobre nosotros:
Dios salve a la Reina.
Marchemos, hijos de la Patria,
ha llegado el día de gloria!
Contra nosotros, la tiranía
alza su sangriento estandarte. (bis)
¿Oís en los campos el bramido
de aquellos feroces soldados?
¡Vienen hasta vuestros mismos brazos
a degollar a vuestros hijos y esposas!
Oíd el ruido de rotas cadenas,
ved en trono a la noble igualdad.
Tendrá por lema inmortal:
¡El Rey, la Ley, la Libertad!
¡El Rey, la Ley, la Libertad!
sus bellos bosques de hayas
crecen a la orilla del Báltico,
crecen a la orilla del Báltico.
Entras en la madrugada,
te veo en el mar brillante,
Tu, tu Altísimo, Magnífico!
Cuando los nevados Alpes se enrojecen,
Orad, Suizos libres, orad!
Vuestra piadosa alma presiente (bis)
Dios en la venerable patria,
Dios, el Señor, en la venerable patria.
Nosotros desde hace siglos
Oprimidos y ridiculizado,
No somos un solo pueblo,
Debido a que estamos divididos.
Deje un
Bandera, una esperanza
Sea unificado
Ya ha llegado la hora.
Que nuestra cohorte
Listo para morir
Italia llamó.
Alemania, Alemania sobre todo,
sobre todo en el mundo,
así será si en la protección y la defensa
siempre nos unimos como hermanos.
Desde el Mosa hasta el Niemen,
desde el Adigio hasta el Belt,
¡Tú, silencioso, afable y alegre!
Te saludo a ti, el país más amigable del mundo.
Tu sol, tu cielo, tus prados verdes.
heroica tierra amada,
cuna de viejas glorias,
¡que seas por siempre afortunada!
Que su reinado, señor,
dure mil generaciones,
ocho mil generaciones,
hasta que los guijarros
se hagan rocas
y de ellas brote el musgo.
conseguimos conquistar con brazo fuerte,
en tu seno, oh, libertad,
desafía nuestro pecho a la propia muerte.
¡A las armas, a las armas!
Sobre la tierra, sobre el mar,
¡A las armas, a las armas!
¡Por la patria luchar!
¡Contra los cañones marchar, marchar!
Tu pueblo se ha erguido
Y respondido a tu llamada.
En mi boca y en mi sangre,
Sus brisas han agitado
a la vez luz y fuego.