14 Nov 2012
Esta mañana oíamos hablar de hechos y datos una vez más. En este caso al presidente de la CEOE. De nuevo la falacia de los hechos. Esta actitud propone actuar siempre sobre lo recién ocurrido y sobre los datos que describen la actualidad. Una actitud que a estas alturas ya no puede considerarse ignorancia. Es una estrategia que consiste en dejar pudrir para tener que actuar con urgencia y contundentemente. De esta forma no se planifica, no se anticipa, no se piensa para evitar o para producir efectos positivos a partir de los análisis previos. Siempre empujado por los datos y los hechos. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se pudo prever todos y cada uno de los datos y los hechos que ahora se dan?: años. Años de desidia o de malicia. ¿Por qué no se empieza ahora para evitar mañana hechos y datos irreversible que obliguen a tomar decisiones caras, irracionales e inhumanas?. Ejemplo los suicidios por los desahucios. Si se cuenta con la coartada de que fueron otros los que no tomaron ayer decisiones preventivas que nos ponen hoy antes hechos y datos ineludibles, ¿por qué no se están tomando hoy la decisiones que eviten la misma situación dentro de un año? Ejemplo: la delincuencia por desesperación; una juventud sin formación y sin salidas; el hundimientos de instituciones imprescindibles; la más absoluta dependencia tecnológica o, en el peor de los casos, violencia política ofreciendo la enésima y falsa redención por la violencia. Pues porque nuestra clase dirigente (política, sindical y empresarial) está ocupada hoy con los hechos y datos de ayer. Porque nuestra clase dirigente es demasiado perezosa, cobarde o, peor, cómplice de aquellos que sí planifican para su propio beneficio.