20 Nov 2011
No es lo mismo, no, un técnico que un tecnócrata. Un técnico resuelve problemas específicos y un tecnócrata gobierna desde una perspectiva exclusivamente técnica. Un tecnócrata no tienen por qué ser técnico, pero es obligado que esté rodeado de ellos y que sus decisiones tengan fundamento técnico. En el límite de su concepto un gobierno tecnocrático tendría al frente a un economista, como ministro de obras públicas a un ingeniero de caminos , como ministro de industria a un ingeniero industrial, como ministro de defensa y ataque a un militar, como ministro de sanidad a un médico y como ministro de deportes a Iniesta. La tecnocracia es una forma de gobierno en el que se actúa supuestamente mediante algoritmos y heurísticos propios de la ciencia aplicada. No se acepta que en la toma de decisiones entren los problemas de la gente, sino el equilibrio interno y externo del conjunto del sistema económico que gobierna la tecnocracia. Cuántas veces se habrá oído decir que sólo la gente que entiende debe gobernar. ¡Qué ilusos! los griegos ya sabían que la prudencia política no es cosa de técnicos. La ciencia y la técnica nos dejan solos ante nuestras decisiones. Son fórmulas compleja que resulta puro artificio cuando llega la hora de la verdad, la del pacto, la de la renuncia, la de la exigencia. Además, los técnicos por antonomasia, los de la economía, resulta que como con las letras del tesoro se cobran lo honorario antes de empezar a prestar servicios. Los tecnócratas que están apareciendo desde el subsuelo viene de una cueva en la que habita una cofradía de codiciosos patológicos que nos miran por encima del hombro, pues no somos otra cosa que materia prima para hacer posible su hedonismo.
El tecnócrata es un pato en un garaje en la política. Un técnico que accede al poder político tiene un recorrido muy corto. Realizará ajustes obvios (que hasta un político pude hacer sabiendo las cuatro reglas) y empezará a meter la pata en cuanto se encuentre ante “la incomprensión” de la gente perjudicada. Con qué derecho un socio de Goldman Sach va a mandar la policía a las nuevas plazas de las revueltas (Sol, Concorde, Brandeburgo, Del Popolo…) La técnica de hacer canales ¿qué tiene que ver con la decisión de hacer o no un trasvase? Ya sabemos que puede haber un óptimo reparto del agua en función de las potencialidades climáticas de las regiones de un país, pero ¿habrá que meter las esperanzas de la gente en la ecuación? ¿Habrá que consensuar los pros y contras para unos y otros? Inevitablemente. Y ahí un técnico se cansa pronto, se asusta y llama al ejército en su auxilio.