27 Sep. 2009

Un ejemplo de media verdad es decir que subir los impuestos es progresista y uno de mentira completa es que se van a subir los impuestos a los ricos. Esta semana el G-20 no se ha decidido a limitar (suprimir) los escandalosos sueldos e indemnizaciones de los que dirigen las grandes empresas financieras. Y hoy el gobierno español concreta su propuesta de subida impositiva y se ha comprobado que básicamente es subir los impuestos indirectos (como en los tiempos de la ominosa). ¿Qué es lo provoca tanto respeto a gente que, aún teniendo éxito en sus gestiones, no debería ganar cantidades provocadoras para el resto de los mortales (porque se van a morir también)? Gente que, además, no es que no hayan tenido éxito, sino que han estafado o han dejado que se estafe al mundo. Razones que se oyen: si no les pagamos esas barbaridades se van a ir a donde se las paguen. Razones que no se oyen: 1) El ser humano normal solo trabaja si lo necesita para comer, vestirse, comprarse un coche, tener vacaciones, etc. De este modo, se consigue que trabaje por un salario; 2) Por lo visto, el ser humano sólo monta empresas si puede ganar lo que no está escrito (excepto en los cuentos de sultanes y marajás orientales). Por lo visto «si no pueden ganar todo» no estará motivados y como necesitamos empresas para que lo hombres comunes trabajen, no queda más remedio que evitar que nuestros prohombres de la empresa pueda enriquecer hasta atragantarse. Por lo visto todos los responsables políticos han llegado a esta misma conclusión y no quieren desarmar la máquina de acumular dinero hasta el vómito. Además el dinero que reúnen las grandes fortunas en relación con el de la gran masa debe ser poco. Por eso es más rentable sacarle el dinero a la masa que tiene menos en su bolsillo pero que suma mucho en su conjunto. Conclusión: no merece la pena sacarles dinero y, de paso no les damos el disgustos subiéndoles los impuestos (se pueden deprimir).